MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de 35 familias liderado por un investigador psiquiátrico de la Universidad de California-San Francisco (UCSF), en Estados Unidos, ha demostrado que la estructura de los circuitos del cerebro conocida como el sistema corticolímbico es más probable que se transmita de madres a hijas que de madres a hijos o de padres a los niños de ambos sexos. Este sistema rige la regulación y el procesamiento emocional y desempeña un papel en los trastornos del estado de ánimo, como la depresión.
Un gran cuerpo de investigación clínica en humanos indica una fuerte asociación en la depresión entre madres e hijas, mientras que muchos estudios previos en animales han demostrado que la descendencia femenina es más propensa que los hombres a mostrar cambios en las estructuras cerebrales asociadas con la emoción en respuesta al estrés prenatal materno. Sin embargo, hasta ahora ha habido pocos estudios que intentaron vincular las dos corrientes de la investigación, según el autor principal, Fumiko Hoeft, profesora asociada de Psiquiatría de la UCSF.
El hallazgo, publicado en la edición de este miércoles de 'Journal of Neuroscience', no significa que las madres sean necesariamente responsables de la depresión de sus hijas, según Hoeft. "Hay muchos factores que juegan un papel en la depresión. Genes que no se heredan de la madre, el entorno social y las experiencias de vida, por citar sólo tres. La transmisión madre-hija es sólo una parte de ella", agrega.
"Pero éste es el primer estudio que tiende un puente entre la investigación clínica de los animales y humanos y muestra una posible transmisión matrilineal de los circuitos corticolímbicos humanos, que se han implicado en la depresión, mediante la exploración de padres e hijos", subraya Hoeft, quien dirige el Laboratorio para Neurociencia Educacional de UCSF.
"Esto abre la puerta a una nueva vía de investigación analizando los patrones de transmisión intergeneracional en el cerebro humano. En la ansiedad, el autismo, la adicción, la esquizofrenia y la dislexia, entre otras, tienen un impacto los patrones cerebrales heredados del padre y la madre", señala.
UNA NUEVA VENTANA A LA DEPRESIÓN
El sistema corticolímbico incluye la amígdala, el hipocampo, la corteza cingulada anterior y la corteza prefrontal ventromedial. Hoeft y su equipo de investigación utilizaron imágenes de resonancia magnética no invasiva (MRI, por sus siglas en inglés) para medir el volumen de materia gris (GMV, por sus siglas en inglés) en los sistemas corticolímbicas de los padres y su descendencia biológica de 35 familiares saludables.
Ninguno de los miembros de la familia fue diagnosticados con depresión. La asociación del GMV corticolímbico de madres e hijas fue significativamente mayor que entre las madres y los hijos, padres e hijos y padres e hijas. El estudio es el primero en utilizar la RM en los padres e hijos para a estudiar la transmisión intergeneracional de la pauta de las estructuras cerebrales, según Hoeft.
"Esto nos da una nueva herramienta potencial para comprender mejor la depresión y otros trastornos neuropsiquiátricos, ya que la mayoría de trastornos parecen mostrar patrones de transmisión entre generaciones", dice, quien apunta como una limitación del estudio que no diferencia entre los efectos potenciales de la genética y las condiciones prenatales y postnatales sobre la herencia de las estructuras cerebrales.