MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Muchas mujeres famosas que se quedan embarazadas aprovechan el momento del parto para someterse a una operación estética y minimizar los efectos del embarazo pero, según la cirujana Isabel de Benito, del Hospital Nisa Pardo de Aravaca (Madrid), lo recomendable es esperar unos 6 meses a que los tejidos recuperen su forma y posición, y la cirugía pueda ser más precisos.
"Lo único que aconsejamos junto con la cesárea es la sutura de la cicatriz externa de una manera que deje la menor marca visible con posterioridad", ha defendido esta experta, que critica a quienes pueden ver esta intervención como una ventaja para pasar una única vez por el quirófano. Sobre todo porque, según De Benito, es mejor para saber cuánto hay que corregir para obtener un resultado preciso.
Como recuerda esta experta, la cesárea no deja de ser una cirugía mayor y, como tal, implica unos riegos, además de una recuperación mayor que en un parto natural. Además, supone un estrés quirúrgico para la madre que no se debe agravar con ninguna otra intervención electiva.
Las intervenciones más frecuentes son las de pecho y abdomen. En el caso del aumento mamario, insiste en que se debe tener claro que, con el embarazo y la lactancia el pecho sufre modificaciones y, en ocasiones, habrá que realizar retoques de nuevo.
"Es muy lógico que la mayoría de las mujeres quieran tener un pecho bonito cuando son jóvenes y no quieran esperar a quedarse embarazadas ni terminar el 'periodo de embarazos' para poder aumentárselo. Eso sí, es importante explicarles, que con el embarazo y la lactancia se producirán cambios, y que es posible que pueda necesitarse una cirugía adicional", ha asegurado esta cirujana.
Con respecto a las abdominoplastias, reconoce que recomiendan terminar con los embarazos para volver a unir los músculos rectos abdominales, porque los resultados de esta intervención sí suelen modificarse con otro embarazo y vuelven a la situación que se tenía antes de operarse.
En cuanto a las liposucciones, depende de si se presentan acúmulos de tejido adiposo localizados antes de la maternidad o sólo después.