MADRID, 2 May. (EDIZIONES) -
La adolescencia es un periodo de la vida con intensos cambios físicos, psíquicos y sociales, que convierten al niño en adulto. Se inicia con la pubertad sobre los 10 años y, según los pediatras, es el periodo más sano de la vida desde el punto de vista físico, pero el más problemático y de alto riesgo psicosocial.
En la pubertad existe una aceleración y desaceleración del crecimiento, cambios en la composición corporal y la maduración sexual que suele ser más precoz en las mujeres que en los varones. Así en las niñas se desarrollan los pechos, la cintura y las caderas toman forma y sale el vello en axilas, pubis y piernas.
Cada niña comienza a experimentar estos cambios a edades distintas y aunque la edad más frecuente es sobre los 9 o 10 años, cada chica es un mundo y no todos los cambios llegan de golpe. Un buen punto de partida para determinar el comienzo del desarrollo suele ser la primera menstruación.
Sin embargo hay muchas niñas que comienzan a experimentar algunos de esos cambios mucho antes de comenzar su desarrollo como es el caso del crecimiento de los senos que además de estar ligados al desarrollo hormonal también dependen de la constitución y la genética.
Aunque no existe una edad concreta para comenzar a usar sujetador, doctora Elisa Fernández, inventora del sujetador antiarrugas NihtBra, apunta que "la edad idónea a la que se empieza a usar suele ser de los 12 a 14 años". No obstante, hay signos que se observan durante este periodo que pueden ayudar tanto a los padres como a las chicas a dar el primer paso para elegir el primer sujetador.
NUEVA ETAPA DE LA VIDA
"El primer sujetador para una niña adolescente significa el primer paso de niña a mujer, no es solo una pieza de ropa sino que representa el comienzo de una nueva etapa en su vida, en general, es bastante aceptado y viene acompañado de cierta madurez mental", añade.
La experta recuerda que las adolescentes son conscientes de su cuerpo, y elegir el sujetador adecuado "es un primer paso importante en el fomento de una autoimagen saludable y un desarrollo de la autoconfianza de una adolescente".
"Durante el desarrollo hay algunas niñas que tienen más reparos y se muestran más tímidas en relación al crecimiento del pecho y tienden a esconder el pecho echando hacia delante los hombros". Esa postura, advierte la doctora Elisa, "puede influir en el desarrollo del cuerpo provocando problemas de cifosis que le acompañaran toda su vida".
La experta recuerda que el desarrollo de una adolescente trae consigo una serie de cambios, tanto físicos como mentales, y por eso es importante que reciban toda la información correcta y necesaria con respecto a este periodo para que el paso de niña a mujer les resulte cómodo y natural y no provoque problemas físicos o traumas.
La doctora Fernández da una serie de pautas a la hora de elegir el primer sujetador para una joven:
- Preferiblemente debe ser de algodón, con un tacto suave y sin costuras. "Actualmente existen una gran variedad de modelos y tipos de sujetadores para cubrir las distintas necesidades de cada adolescente", destaca .
- El bralette de algodón, conocido también como el clásico top, es, quizás, el modelo escogido por las niñas ya que proporciona sujeción y además oculta los senos que empiezan a transparentarse bajo la ropa. Otra opción sería una camisola de algodón, utilizada como modelo de transición cuando todavía no están listas para usar un sostén.
- El sujetador deportivo es otra de las opciones más escogidas dada la necesidad de una sujeción a la hora de hacer deporte. Como última opción está el sujetador con aro, suelen escogerlo chicas ya más conscientes de su desarrollo y que se preocupan más de su imagen corporal, "aunque este tipo de sujetador puede tener sus contras a una edad tan temprana, es perfecto para aquellas niñas que han tenido un desarrollo más prematuro".
- Es muy importante que se escoja la talla de sostén adecuada para evitar que se convierta en una incomodidad para la niña, "no hay que olvidar que el objetivo de un sujetador es en primer lugar que las jóvenes adolescentes se vayan acostumbrando a una prenda más para vestir cada día y mantener sujetas las mamas y así cuidar la salud del pecho", advierte la doctora Elisa Fernández.