MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El contacto 'piel con piel' entre el recién nacido y su madre después del parto, cada vez más habitual por los beneficios fisiológicos y emocionales que tiene para ambos, también es posible tras una cesárea.
El Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, situado en el distrito de Villa de Vallecas, comenzó en junio de 2016 a ampliar este procedimiento a todos los partos, no sólo los vaginales, y en este primer año ha sido posible aplicarlo en la mitad de las 445 cesáreas practicadas.
El contacto 'piel con piel' se realiza tanto en cesáreas programadas como en cesáreas no urgentes, siempre que no existan contraindicaciones médicas que pongan en riesgo la seguridad de madre y neonato.
El procedimiento consiste en la colocación del neonato sobre el pecho materno, sin interposición de ropa, inmediatamente después de su nacimiento por cesárea.
Una vez finalizada la cesárea, la madre y el recién nacido son trasladados para su control y recuperación postoperatoria al paritorio, donde pueden estar acompañados por el padre del bebé u otra persona elegida por ella.
Cuando la situación clínica de la madre no le permite hacer el 'piel con piel', se facilita al padre o acompañante la posibilidad de realizar este procedi-miento con el recién nacido en la planta de hospitalización de obstetricia.
La cesárea es un procedimiento quirúrgico que ha ido en aumento en los últimos años, suponiendo alrededor del 20 por ciento de los nacimientos en todo el mundo. El parto por cesárea sigue estando sujeto a los protocolos de cirugía y de reanimación, lo que puede retrasar el contacto del recién nacido con sus progenitores y el inicio de la lactancia materna.
Dentro de las estrategias de atención al parto, se establece el contacto piel con piel inmediato tras el nacimiento entre la madre y el recién nacido como un estándar de calidad recomendado por el análisis de las experiencias, las investigaciones actuales y la evidencia científica disponible. En este sentido, está demostrada su repercusión positiva sobre la adaptación del recién nacido al medio, el establecimiento del vínculo entre la madre y el hijo, y la instauración de la lactancia materna.
BENEFICIOS TAMBIÉN PARA LA MADRE
En caso de cesárea, además, se dan otros beneficios añadidos: mejora la percepción de la madre hacia su parto, ayuda a que la experiencia del nacimiento se viva de forma más grata, y evita la sensación de pérdida, decepción o tristeza que con frecuencia pueden presentar las mujeres cuando no tienen la posibilidad de realizar el contacto inmediato con su bebé.
De igual forma, fomentar el acompañamiento de la mujer durante su recuperación posquirúrgica tras la cesárea por una persona de su entorno, preferiblemente el padre del recién nacido u otra figura vinculada afectivamente a ella, constituye un apoyo emocional que disminuye la ansiedad que genera la cirugía, al tiempo que facilita el inicio del vínculo de la unidad familiar y la adaptación del recién nacido a la vida extrauterina.
El contacto piel con piel en las cesáreas implantado en el Hospital Universitario Infanta Leonor es una iniciativa en sintonía con el Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para el periodo 2016-2019, concretamente con la línea estratégica que afecta al proceso de embarazo, parto y puerperio.