MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las altas temperaturas del verano pueden afectar a la lactancia de las madres y a la alimentación de los bebés, por ello, Medela ha desarrollado una serie de consejos para que las madres lactantes puedan adaptarse a las condiciones de esta estación con el objetivo de resolver las dudas que puedan tener sobre cómo compatibilizar la lactancia con la subida de temperaturas.
Los micronutrientes de la leche materna son muy variados e "indispensables" para el desarrollo del bebé, ya que si estas vitaminas fuesen insuficientes, el sistema inmunitario del niño podría verse afectado. Así, la primera y segunda leche contiene elevadas cantidades de ácidos grasos que ayudan a desarrollar el cerebro de los bebés. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aconsejado dar el pecho hasta los dos años.
En este sentido, los expertos han recomendado eliminar los horarios estrictos para alimentar al bebé y realizar tomas en función de la demanda, ya que en verano se pierde una mayor cantidad de sales minerales a través del sudor, lo que favorece la deshidratación. Frente a ello, han puesto de relieve prestar atención a señas como el cabeceo, sacar la lengua o llevarse la mano a la boca.
Por otra parte, han destacado la sombra y los lugares frescos como los mejores sitios en los que dar el pecho para estar relajados durante la lactancia, lo que mejorará el flujo de la leche y la eficacia de las tomas. En caso de estar en casa, se aconseja mantener las ventanas cerradas, las persianas bajadas y evitar exponer al bebé al aire acondicionado. Además, es "importante" que la madre mantenga una correcta hidratación, por ello, se deben tomar entre seis y ocho vasos diarios de agua. Antes de amamantar es beneficioso tomar agua o un zumo sin azúcares añadidos.
Otro aspecto "fundamental" para una correcta lactancia es mantener una dieta equilibrada que contenga frutas, verduras, arroz integral, cereales integrales y copos de avena, entre otros alimentos. Asimismo, se recomienda tomar cuatro lácteos al día para fortalecer las reservas de calcio de la madre; proteína magra, presente en las legumbres o los huevos, y pescado azul, como el salmón o la caballa.