MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Calgary con el Instituto Cerebral Hotchkiss (Estados Unidos), que examina las diferencias de sexo y género en cuanto al sueño, la empatía y el estado de ánimo durante los meses de aislamiento debido a COVID-19, ha descubierto que las mujeres están sufriendo más que los hombres, con un sueño más pobre y más ansiedad y depresión, a la vez que se sienten más empáticas que los hombres.
Este estudio, publicado en la revista científica 'Frontiers in Global Women's Health', es uno de los primeros que analiza los cambios en el estado de ánimo y la calidad del sueño durante la pandemia. Los investigadores realizaron una encuesta 'on line' a canadienses entre el 23 de marzo y el 7 de junio. Durante este tiempo, las escuelas y muchos negocios estuvieron cerrados, y la gente se quedó en casa tanto como fue posible como parte de un cierre general para prevenir la transmisión del virus.
Los investigadores examinaron los datos de 573 participantes, 112 hombres y 459 mujeres con una edad media de 25,9 años. Más del 66% de los participantes voluntarios informaron sobre la mala calidad del sueño, más del 39% informó sobre el aumento de los síntomas del insomnio, y la ansiedad y la angustia aumentaron en toda la muestra. Los síntomas del sueño, la depresión y la ansiedad eran más frecuentes en las mujeres.
"En general, el estudio encontró que las mujeres informaban de más ansiedad y depresión. Sus síntomas empeoraron con el tiempo y con una mayor duración del período de aislamiento. Hubo un aumento progresivo de la ansiedad, la depresión, la mala calidad del sueño y el trauma para hombres y mujeres. Pero fue mayor para las mujeres con el tiempo", explica la líder del estudio, Veronica Guadagni.
La investigación también encontró que las mujeres reportaron mayores puntuaciones en una escala que mide la empatía, la habilidad de entender las emociones de los demás y de cuidar de los demás. Sin embargo, la mayor empatía se asoció con mayor ansiedad, depresión y trauma. Los autores especulan que la mayor preocupación y ansiedad de las mujeres en relación con el hecho de ser cuidadoras refleja las diferencias en los roles y normas de los géneros.
"No me sorprendieron los hallazgos; las mujeres son las que llevan la carga adicional. Cuidar de la familia y de las situaciones críticas siempre ha sido una carga enorme para las mujeres y los hombres", resalta el investigador principal del estudio, Giuseppe Iaria.
Cuando se trata de sentir por los demás, las puntuaciones más altas de las mujeres en la escala de empatía pueden significar que es más probable que sigan las pautas de salud pública, como lavarse las manos, el distanciamiento social y usar una mascarilla. "Si vemos que la mayor empatía está conectada con el comportamiento prosocial podríamos esperar que las personas que realmente se preocupan más por los demás sean más respetuosas de las reglas. Los estudios futuros deberían probar esta hipótesis específica", apunta Guadagni.