MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres que experimentan complicaciones como nacimientos prematuros y preeclampsia durante su primer embarazo tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar presión arterial alta más adelante que las mujeres sin complicaciones, según un estudio financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (EEUU).
El estudio, publicado en el 'Journal of the American Heart Association', fue realizado en 4.484 mujeres, de las cuales el 62 por ciento eran blancas, el 14 por ciento negras, el 16 por ciento hispanas, el 3 por ciento asiáticas y el 5 por ciento reportadas como 'otras'. Además, las mujeres tenían una edad promedio de 27 años en su primer embarazo.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores obtuvieron historias clínicas detalladas de las mujeres de dos a siete años después de su primer embarazo para ver si los resultados en sus primeros embarazos estaban asociados con su salud cardiovascular.
Así, los investigadores encontraron que el 31 por ciento de las mujeres con al menos un resultado adverso durante su primer embarazo experimentaron hipertensión crónica, mientras que solo el 17 por ciento de las que no experimentaron complicaciones desarrollaron esta afección. Por otro lado, el riesgo de desarrollar hipertensión crónica aumentó aún más con resultados adversos adicionales.
"Solíamos pensar que lleva años desarrollar presión arterial alta, pero descubrimos que puede ocurrir mucho antes de lo esperado...en tan solo tres años", ha revelado el profesor de obstetricia y ginecología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, el médico David Haas.
Los investigadores han destacado que existen estudios anteriores que han demostrado que los resultados adversos del embarazo (un bebé más pequeño que el promedio, una muerte fetal, un parto prematuro, etc.) están asociados con un riesgo elevado de hipertensión, enfermedad cardiovascular y diabetes en mujeres a edades más tempranas que aquellas sin resultados adversos. Sin embargo, estos estudios se habían basado en datos recopilados retrospectivamente o historias reproductivas autoinformadas.
Los responsables del estudio han afirmado que sus hallazgos subrayan la necesidad de que los médicos se centren más en conocer los antecedentes de salud de las mujeres, tanto durante el embarazo, para ayudar a prevenir efectos adversos, como después, para señalar sus riesgos de futuros eventos cardiovasculares.
"El mensaje final para las mujeres embarazadas es recibir atención prenatal temprano, hablar con su proveedor de obstetricia sobre sus condiciones de salud actuales y asegurarse de que su salud sea tan buena como sea posible", ha afirmado Haas. "Para las mujeres que han tenido complicaciones durante su primer embarazo, la atención médica de rutina -como vigilar la presión arterial, el peso y el colesterol- es igual de crítica", ha advertido.
Haas ha agregado que los hallazgos también subrayan la necesidad de que los médicos se centren en los historiales de salud de las mujeres, y pedir más detalles sobre este durante el embarazo. También puede significar una vigilancia más estrecha de la salud y más asesoramiento sobre posibles modificaciones del estilo de vida para prevenir la presión arterial alta. "Muchas de las mujeres evaluadas durante este estudio no tenían idea de que tenían la presión arterial alta", ha revelado.
El investigador ha concluido informando de que el equipo planea estudiar más al grupo para ver cómo cambia su riesgo de hipertensión durante un período más largo, así como examinarán si las complicaciones del embarazo aumentan el riesgo de obesidad y diabetes, o si el riesgo cardiovascular posparto puede reducirse con dieta, ejercicio, medicamentos y otras intervenciones.