MADRID, 3 Feb. (INFOSALUS) -
Hacer ejercicio y apuntarse al gimnasio es uno de los tópicos del nuevo año, pero el aburrimiento y la pereza suelen ser las principales causas por las que se abandona este objetivo. Por ello, la danza del vientre es una buena opción pues es una forma diferente y divertida de hacer ejercicio y favorecer el tono del suelo pélvico de la mujer.
DANZA DEL VIENTRE Y SUELO PÉLVICO
El suelo pélvico es un conjunto de músculos que cierra la cavidad abdominal a modo de puente colgante. Este puente mantiene los órganos pélvicos (vejiga, útero, vagina y recto) en su sitio y se encarga de que estos funcionen correctamente.
El exceso de peso, el estreñimiento o momentos de la vida de la mujer como el embarazo, el parto vaginal o la menopausia pueden debilitar esta zona provocando, entre otras cosas, pérdidas de orina, prolapsos o relaciones sexuales dolorosas.
Este tipo de baile "trabaja toda la musculatura del abdomen a la vez que moviliza todos los órganos y la pelvis, algo que pocos ejercicios consiguen", ha explicado la fisioterapeuta y colaboradora de Centradaenti de Tena Lady, la doctora Carolina Walker.
Sin embargo, la danza del vientre es un baile desconocido para muchas mujeres, y aún más desconocidos son los beneficios que proporciona a la salud femenina. Por ello, la doctora Walker ha querido compartir estos beneficios ocultos con los lectores de Infosalus:
* Esta danza muestra especial atención al vientre, una parte fundamental del cuerpo en la que se encuentra el suelo pélvico que sujeta el aparato reproductor femenino y el aparato excretor.
* Los movimiento típicos de la danza del vientre trabajan la musculatura y la flexibilidad de todo el cuerpo, pero en especial de la zona abdominal, lumbar y pélvica.
* Favorece la digestión, reducen los dolores menstruales y combate el estreñimiento.
* Ayuda a quemar alrededor de 300 calorías por hora y favorece el movimiento de las articulaciones, previniendo la artrosis.
* La danza del vientre está indicada para tratar ciertas disfunciones sexuales que pueden tener relación con el suelo pélvico, como la falta de líbido. Además, esta actividad puede ayudar a complementar el tratamiento de situaciones de dispareunia (dolor durante las relaciones), el vaginismo (imposibilidad de penetración) y la anorgasmia.
Por último, la experta ha señalado la importancia de que para que el ejercicio sea eficaz es necesario que la mujer se someta a la valoración de un profesional para conocer el estado de su suelo pélvico.