BARCELONA, 17 May. (EUROPA PRESS) -
La probabilidad de tener una cesárea no programada en un hospital público español aumenta en 6,3 puntos entre las 23.00 y las 4.00 horas debido al cansancio de los médicos, según ha señalado un estudio de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).
El estudio sugiere que en esa franja horaria "los médicos pueden ser menos tolerantes a la progresión natural de la tarea que conlleva el parto, que consume mucho tiempo", por lo que alerta de la importancia de revisar la estructura de turnos y las largas horas de trabajo de los profesionales en los centros, a fin de reducir las intervenciones evitables.
El estudio ha sido realizado por el Centro de Investigación en Economía y Salud y el departamento de Economía y Empresa de la UPF, y se ha publicado este mes en el 'Journal of Health Economics'.
Los resultados se han obtenido a partir de una muestra de 6.163 nacimientos extraída de cuatro hospitales públicos de diferentes comunidades entre 2014 y 2016, y muestra que, aunque las madres que dan a luz a lo largo del día tienen características similares, las cesáreas no programadas aumentan de noche.
IMPACTO EN LOS RECIÉN NACIDOS
El estudio también señala que "las cesáreas no indicadas medicamente pueden tener un impacto negativo y significativo en la salud del recién nacido", como demuestran las puntuaciones obtenidas por los bebés en el test de Apgar, un control que se les hace nada más nacer para valorar su adaptación al nuevo medio.
El trabajo apunta que las cesáreas conducen a una disminución de aproximadamente un punto en el test realizado en los minutos 1 y 5 después del nacimiento de bebés sanos --con notas de 8,8 y 8,7 respectivamente--.
Las cesáreas analizadas suponen el 16,5% del total y la eliminación de estas intervenciones evitables reduciría la tasa de cesáreas total en un 38,1%, lo que equivaldría a 245 menos al año.
Teniendo en cuenta el coste medio de esas intervenciones para el sistema de salud español --1.692,97 euros--, acabar con ellas supondría un ahorro de costes de unos 675.000 euros, lo que trasladado a todos los nacimientos que tuvieron lugar en hospitales públicos de España en 2014 sería un ahorro de más de 47 millones de euros para el sistema.