CÓRDOBA 8 May. (EUROPA PRESS) -
El cáncer de ovario hereditario solo se produce entre el diez y el 15 por ciento de los casos, por lo que es preciso "acabar con algunos de los mitos de esta enfermedad", según ha indicado la jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital Quirónsalud Córdoba, María Jesús Rubio, quien ha destacado que las revisiones ginecológicas anuales son "fundamentales" para incrementar el diagnóstico precoz del cáncer de ovario y reducir su incidencia.
Según ha indicado el Hospital Quirónsalud en una nota, Rubio ha señalado que cada año se diagnostican en España unos 3.500 casos de esta enfermedad, el 5,1 por ciento de los cánceres entre las mujeres, por detrás de los de mama, colorrectal y útero. El cáncer de ovario, cuyo día mundial se celebra este viernes, es el quinto tumor más frecuente diagnosticado en mujeres, afecta a una de cada 70 mujeres y es más habitual entre los 45 y 75 años.
Se trata del cáncer ginecológico con mayor mortalidad, debido a que hasta un 70 por ciento de los casos se diagnostican en etapa avanzada, por lo que "es importantísimo insistir en la importancia de acudir a las revisiones ginecológicas anuales", ha afirmado la doctora.
En estadios iniciales no suele producir ningún síntoma y el diagnóstico suele ser un hallazgo casual en una revisión ginecológica. En fases avanzadas de la enfermedad, la sintomatología es inespecífica, con dolor y distensión abdominal y digestiones pesadas. Los síntomas que nos pueden hacer sospechar son la presencia de ascitis, masa en el abdomen, sensación de llenado gástrico rápido o la existencia de una masa abdominal palpable.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario, Rubio ha querido destacar que la creencia de que "si una madre ha padecido cáncer de ovario, sus hijas lo van a heredar no es correcta", ya que, "si bien tener un familiar directo con esta enfermedad es un importante factor de riesgo, esto sólo se produce entre el diez y el 15 por ciento de los casos".
En este sentido, ha explicado que "ser un familiar portador de mutación no significa que se vaya a desarrollar la enfermedad, sino que existe un mayor riesgo, por lo que la portadora sana tendrá que tener controles especiales y habrá que ir tomando decisiones a lo largo de la vida para reducir el riesgo de desarrollar este tumor".
La especialista ha llamado también la atención sobre "la creencia de que al diagnosticarse un cáncer de ovario en situación avanzada no existe tratamiento curativo, y esto no es del todo así". "La realidad es que aunque la esperanza de vida es menor cuanto más avanzada está la enfermedad, sin embargo el 70 por ciento de pacientes se diagnostican en etapa avanzada y se tratan", ha explicado.
La combinación de la cirugía con enfermedad residual 0 (no enfermedad macroscópica visible) seguida de quimioterapia complementaria con antiangiogénicos --agentes reductores de la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tumor, impidiendo su crecimiento--, y posteriormente terapia de mantenimiento, ha supuesto un aumento de la supervivencia libre de enfermedad en pacientes con enfermedad avanzada y alto riesgo de recaída.
Con el descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas como los inhibidores de la PARP (enzima que repara el daño de las células y que se inhibe para que no repare las células cancerosas y éstas mueran) y su importante impacto en la supervivencia, está cambiando el pronóstico de las mujeres con esta enfermedad, "por lo que hoy día es necesario conocer el estatus BRCA de estas mujeres en el momento del diagnóstico, esto es, saber si las pacientes padecen un cáncer hereditario o esporádico".
Para concluir, la especialista ha puesto de manifiesto que, además, "la combinación de estas nuevas dianas con inmunoterapia nos da una esperanza de convertir esta enfermedad en fase avanzada en una enfermedad curable".