MADRID 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una de cada cuatro mujeres puede sufrir alteraciones emocionales durante el proceso de ser madre y, aunque suelen ser transitorias, afectan a muchas durante las primeras semanas después del parto, lo que les impide gozar de su maternidad, según ha comentado la psicóloga de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, Elena Iracheta.
"Los antecedentes psiquiátricos previos de la mujer aumentan la incidencia de estos trastornos en un 10-24 por ciento y si han sido diagnosticadas de depresión durante el embarazo aún sube más la incidencia (35%)", ha dicho la experta, para recalcar que también existen los factores sociodemográficos como, por ejemplo, edad muy temprana o edad tardía, factores de infertilidad previos al embarazo o historia de abortos múltiples.
Asimismo, la médico especialista en ginecología y obstetricia de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, Isabel Rodríguez-Piñero, ha informado de que los cambios bioquímicos, sociales y psicológicos hacen que las mujeres tengan esas alteraciones emocionales en el posparto.
Para la ginecóloga del Ruber Internacional, los trastornos emocionales más frecuentes en el puerperio son la depresión posparto leve, también llamada 'Maternity Blues', síndrome normalmente transitorio que pueden presentarse entre el 20 y el 80 por ciento de las madres y suele ocurrir 2-4 días después del parto. Sus síntomas es el insomnio, la ansiedad, irritabilidad o cambios en el apetito.
"La depresión mayor post parto, es otro de los trastornos frecuentes, que se inicia 2-3 semanas después del parto. Los síntomas son la depresión melancólica, fuertes sentimientos de culpa, incapacidad de cuidar al bebé, sentimientos ambivalentes de amor-odio hacia el bebé, pereza, pérdida de memoria, angustia intensa, pánico, taquicardia, problemas de sueño, tristeza extrema, entre otros", ha descrito la psicóloga Elena Iracheta.
Y el tercer trastorno emocional que precisa una "actuación médica inmediata" es la psicosis posparto. De acuerdo a la doctora Isabel Rodríguez-Piñero este trastorno agudo y grave ocurre muy poco, 1 o 2 casos de cada 1.000 nacimientos.
"Aparece de forma brusca entre el tercer y noveno día, pero también puede aparecer más adelante, sobre el sexto mes de vida del bebé. Origina alteraciones en la manifestación de la afectividad, agitación grave o alucinaciones", ha señalado Rodríguez-Piñero, a lo que Iracheta ha añadido que crean sentimientos de culpa; emociones o pensamientos negativos acerca del posparto.
"La mujer no es capaz de expresar lo que le sucede, es un tema tabú para ellas, está mal visto y carga con ello. La maternidad es una adaptación y como tal es normal sentirse diferente y, en ocasiones, cometer fallos", ha zanjado.