Breve guía sobre el cáncer de mama hereditario: ¿en qué casos es útil el estudio genético?

Cáncer de mama
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Publicado: martes, 23 abril 2019 8:09

   MADRID, 23 Abr. (EDIZIONES) -

   Que nuestra madre o abuela hayan tenido un cáncer de mama no significa que vayamos a desarrollarlo sí o sí. No obstante, puede que sí tengamos más probabilidades de padecer esta enfermedad que cualquier otra persona. Todo depende de si se trata de un cáncer de herencia genética o no, y aún así no tiene por qué.

   Según explica la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer hereditario es aquel que tiene su origen en alguna mutación genética. "Se estima que el 5-10% de los cánceres de mama son hereditarios. El 20-25% de las mutaciones responsables de los cánceres de mama hereditarios ocurren en los genes BRCA 1 y BRCA 2. El riesgo de desarrollar un cáncer de mama a lo largo de la vida se sitúa en alrededor de un 60% en las portadoras de BRCA 1, y del 50% en las de BRCA 2", precisa.

   Pero para poder entenderlo mejor, en una entrevista con Infosalus, la doctora Teresa Ramón y Cajal, coordinadora del grupo de trabajo de heredofamiliar del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, recuerda que aunque ésta sea una enfermedad "multifactorial", sí reconoce que la herencia puede representar "un factor de mucho peso" para que determinadas personas la desarrollen, ya que han heredado una alteración en sus genes (la predisposición al cáncer), a través del óvulo o del espermatozoide de sus progenitores.

   Eso sí, esta oncóloga destaca que, aunque se herede alguno de estos genes alterados, eso no significa que esa persona vaya a desarrollar la enfermedad sí o sí. En el caso concreto del cáncer de mama, Ramón y Cajal precisa que "cuanto mayor es el número de familiares con el diagnóstico de cáncer de mama, y menor es la edad del diagnóstico, mayor es la sospecha de que el tumor es heredado".

ESTUDIO GENÉTICO, ¿SÍ O NO?

   En este punto, precisa que existen una serie de criterios específicos, que van variando, y que se emplean a la hora de recomendar un estudio genético según qué familias. Desde GEICAM especifican en este sentido que existen una serie de datos clínicos que se repiten con frecuencia en personas portadoras de una mutación de este tipo y que pueden hacer sospechar sobre su presencia.

   Entre estos enumera: Un diagnóstico antes de los 40; la asociación de cáncer de mama y de cáncer de ovario en la misma paciente o en la familia; si existe en la familia

   algún caso de cáncer de mama en el varón; el subtipo de cáncer de mama diagnosticado es triple negativo (el más agresivo); y si el cáncer de mama diagnosticado es bilateral (afecta a ambas mamas).

   Dado que el análisis genético de BRCA1 y BRCA2 es "complejo y caro", apunta la SEOM, es por ello necesario realizar una selección muy precisa de aquellas familias que se pueden considerar de alto riesgo, y en las que esté indicado el estudio genético.

   Desde la asociación científica GEICAM consideran además que el conocimiento del estatus de portadora de una persona, tanto sana como aquella que ya ha desarrollado la enfermedad, supone posibles cambios en el manejo médico y quirúrgico del tumor, y abre otras posibilidades terapéuticas específicas para estas pacientes.

GENES IMPLICADOS EN CÁNCER MAMA HEREDITARIO: BRCA 1 Y BRCA 2

   La doctora Ramón y Cajal indica que los genes que de forma más frecuente están alterados en el cáncer de mama con el BRCA 1 y el BRCA 2, como antes hemos mencionado, pero subraya que son genes de "penetrancia incompleta", es decir, una alteración en los mismos es sinónimo de un alto riesgo de padecer cáncer de mama, pero esto no significa que se vaya a generar la enfermedad al 100%.

   "Tu abuela puede haber tenido un cáncer de mama, tu madre no, pero tú sí. No obstante hay que tener en cuenta que, según el patrón de herencia del cáncer de mama, cuanto mayor es tu madre y si no ha presentado la enfermedad, es menos probable que ella haya transmitido una alteración genética ya que, de ser la transmisora de la predisposición, lo normal es que ya la hubiera manifestado", remarca.

   Sin embargo, estas alteraciones se detectan aproximadamente en menos del 30% de las mujeres que cumplen los criterios clínicos con sospecha de predisposición a cáncer de mama "por lo que sabemos que debe haber más genes implicados", añade GEICAM.

   En concreto, explica que los genes BRCA1 y BRCA2 producen proteínas supresoras de tumores que ayudan a reparar el ADN dañado. Eso sí, cuando uno de estos genes contiene alteraciones, su función no se realiza y el daño al ADN no se repara adecuadamente, por lo que las células tienen una mayor probabilidad de presentar alteraciones genéticas adicionales que pueden propiciar el desarrollo del cáncer.

   "Las mujeres portadoras de una mutación en estos genes tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y cáncer de ovario respecto a la población general, pero ello no supone la certeza de que se vaya a desarrollar la enfermedad. Se sabe que hay más genes implicados, como PTEN, CDH1, TP53, PALB2, CHEK2 o ATM, entre otros", apostilla.

   Las opciones de tratamiento quirúrgico o con medicamentos en estas pacientes con mutación en los genes BRCA1 o BRCA2 han sido objeto de estudio en los últimos años que personalizan su manejo, al conocer las alteraciones moleculares subyacentes y los riesgos remanentes de desarrollar otro tumor.

   Concretamente, el conocimiento de las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, asociadas a un defecto en uno de los mecanismos de reparación del ADN, ha permitido desarrollar terapias dirigidas específicas para el cáncer de mama hereditario, como es el caso de los inhibidores de PARP (proteína también implicada en la reparación del ADN). Alguno de estos fármacos ya se han aprobado en España para pacientes con cáncer de ovario y continúan su desarrollo clínico en pacientes con cáncer de mama.

   Finalmente, la oncóloga menciona el caso del cáncer de mama en hombres, que también es posible porque tienen mamas. En estos casos dice que se debe sospechar de que existe una predisposición hereditaria, especialmente si se reúne con otras familiares diagnosticadas de cáncer de mama u ovario.

   "Si uno de cada 100 hombres puede tener cáncer de mama, portadores de una mutación BRCA 2 son 6 de cada 100. Los demás factores que tienen que suceder a lo largo de la vida para que una mujer con predisposición presente la enfermedad, como los eventos hormonales y los reproductivos, no existen en el caso del hombre, lo que influye en una menor incidencia. Sin embargo, ese varón portador podrá transmitir a sus hijos esa alteración genética a través de sus espermatozoides, con una probabilidad del 50%", agrega la experta.

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