MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Durante la menopausia los omega 3 se vuelven muy importantes, no solo por la disminución del riesgo cardiovascular, si no por su papel sobre el control de síntomas vasomotores y psicológicos, ha destacado la doctora Carmen Pingarrón, jefa de servicio de Ginecología y Oncoginecología del Hospital Quirónsalud San José.
La doctora, que ha intervenido en las jornadas de Actualización en Ginecología, para aportar información sobre los beneficios del consumo de omega 3 para tratar los síntomas de la menopausia, ha recordado que los omega 3 son ácidos grasos poliinsaturados que se mantienen líquidos a temperatura ambiente.
También se denominan ácidos grasos esenciales, ya que no podemos producirlos de forma suficiente y necesitamos obtenerlos de otras fuentes, como las semillas vegetales (ALA) o los pescados y mariscos (EPA Y DHA). Y está presente sardinas, caballas, jureles, salmón, etc.
En este caso, el omega 3 del EPA y del DHA se presenta en forma de triglicéridos. Bajo esta forma, tiene acción reduciendo la cantidad de lípidos circulantes en la sangre, es decir, contribuyendo a reducir la hipertrigliceridemia, que es un factor independiente de riesgo cardiovascular.
La experta destaca sus beneficios en el tratamiento de los sofocos y síntomas vasomotores, fundamentalmente los nocturnos, favoreciendo así el descanso.; también para la protección cardiovascular ya que se reducen los TG circulantes, las placas de ateroma, y los eventos derivados de la arteriosclerosis como IAM, ACVAS.
Por otro lado, mejor la función cerebral, con control del distress psicológico y de los síntomas depresivos; y juegan un rol importante regulando la inflamación, con un impacto crucial en la protección de articulaciones
La experta también ha recordado que las acciones beneficiosas del omega 3 se pueden complementar con el consumo de lino y lúpulo ya que colaboran en la mejoría de sofocos por su contenido de fitoestrógenos y con complejo vitamínico B, C, E, zinc, magnesio y hierro pues protegen las células del estrés oxidativo, por su acción reductora de fatiga y por su acción sobre el colágeno, mejorando la calidad de la piel.