Bebé pequeño: riesgos, causas y cuándo preocuparse

Embarazo.
Embarazo. - POLICLÍNICA GIPUZKOA
Publicado: miércoles, 23 julio 2025 11:25

MADRID 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

Tener más de 40 años, un bajo peso materno, fumar o consumir drogas durante el embarazo, o padecer enfermedades como hipertensión, diabetes o problemas de coagulación aumenta el riesgo de tener un bebé "pequeño", afirma el ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa, Santiago Novoa.

En este sentido, el docto Novoa explica que un bebé es pequeño cuando el peso estimado del bebé mediante ecografía está por debajo del percentil 10, es decir, entre los 10 más pequeños de cada 100. En cambio, matiza que muchos de estos bebés "no presentan ningún problema de salud, simplemente son más pequeños que la media". Pero en otros casos, puede haber una causa subyacente que "conviene estudiar", añade.

Si el bebé es pequeño pero su estado general es bueno, el experto señala que "se suele recomendar el parto en torno a la semana 39-40". En cambio, si hay signos de retraso en el crecimiento, "puede ser necesario adelantar el nacimiento a la semana 37 o incluso antes si el bienestar fetal está comprometido".

Así, la vía del parto dependerá del estado del bebé. "Si el flujo del cordón umbilical es normal, el parto puede ser vaginal y programado mediante inducción. Si el flujo es anormal, se optará por una cesárea para evitar riesgos", explica.

Las causas de dar a luz un bebé pequeño son variadas: desde un funcionamiento deficiente de la placenta -frecuente en casos de hipertensión o preeclampsia- hasta infecciones como toxoplasmosis o citomegalovirus (CMV), o alteraciones genéticas o del desarrollo. "En los casos en los que el bebé no crece como se esperaba, se habla de restricción del crecimiento intrauterino, y es fundamental realizar un control estrecho", apunta Novoa.

En este sentido, para prevenir esta situación, el especialista recomienda dejar de fumar, mantener un peso saludable y seguir los controles prenatales. "En mujeres con riesgo elevado de preeclampsia, el uso de aspirina en dosis baja desde la semana 12 a la 36 puede ayudar a reducir complicaciones", añade.

Además, en ese caso, la embarazada será derivada a un especialista en medicina fetal. "Se realizarán controles ecográficos más frecuentes, estudios Doppler para analizar el flujo sanguíneo del bebé y pruebas complementarias según el caso, como análisis de sangre o una amniocentesis", detalla el doctor. También se controla regularmente la presión arterial y pueden requerirse estudios de orina y sangre para valorar el funcionamiento placentario.

Contador