MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presencia de ciertas bacterias en el microbioma intestinal materno durante las primeras etapas del embarazo se relaciona con un mayor riesgo de parto prematuro, según datos de la Universidad de Westlake de Huazhong (China).
El estudio, publicado en la revista 'Cell Host & Microbe' de Cell Press, informa que una especie en particular, Clostridium innocuum (C. innocuum), contiene un gen que puede degradar el estradiol, una importante hormona del embarazo.
"El parto prematuro es una de las principales causas de muerte en recién nacidos y niños menores de cinco años", contextualiza el autor correspondiente An Pan, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong.
"Este estudio sugiere que, para las mujeres embarazadas o que se preparan para quedar embarazadas, puede ser importante monitorear su microbioma intestinal para prevenir posibles consecuencias adversas del embarazo", señala.
Los investigadores utilizaron muestras y datos de dos grandes cohortes de embarazo: la cohorte de nacimiento Tongji-Huaxi-Shuangliu del sudoeste de China y la cohorte de nacimiento de precisión Westlake del sudeste de China. Para la primera cohorte, el equipo recolectó muestras de heces de 4.286 participantes al inicio del embarazo, con un promedio de 10,4 semanas de gestación. Para la segunda cohorte, recolectaron muestras de heces de 1.027 participantes a mitad del embarazo, alrededor de las 26 semanas de gestación. También recolectaron muestras de sangre de todas las participantes, que se utilizaron para medir las variaciones genéticas humanas y el metabolismo hormonal.
Después de trabajar con la primera cohorte, los investigadores pudieron establecer una base de datos integral que contiene datos de géneros microbianos basados ??en ARNr, datos de especies basados ??en metagenomas y datos de fenotipos, como el estado de parto prematuro.
"Utilizamos varios modelos estadísticos para analizar los géneros y especies de microbios intestinales anotados y su relación con el estado de parto prematuro o la duración de la gestación", aclara el coautor de correspondencia Xiong-Fei Pan, de la Universidad de Sichuan en Chengdu, China. "Gracias a este trabajo, identificamos 11 géneros y una especie con una relación estadísticamente significativa".
Los resultados, validados con la segunda cohorte, mostraron que la especie bacteriana C. innocuum (una bacteria pequeña con forma de bastón) presentó la mayor asociación con el parto prematuro. Estudios posteriores de C. innocuum revelaron que esta especie produce una enzima que degrada el estradiol, un tipo de estrógeno que desempeña un papel fundamental durante el embarazo.
"El estradiol regula vías críticas que sustentan el embarazo e inician el parto", destaca Zelei Miao, primer autor de la investigación, de la Universidad de Westlake. "Proponemos que la desregulación de los niveles de estradiol, inducida por una alta prevalencia de C. innocuum, podría ser el mecanismo que vincula el microbioma intestinal con el parto prematuro".
Los investigadores señalan que, dado que su estudio se basó en dos cohortes de China con una prevalencia relativamente baja de parto prematuro, los hallazgos podrían no ser generalizables a otras poblaciones. En el futuro, esperan dilucidar mejor los mecanismos moleculares mediante los cuales C. innocuum modula el riesgo de parto prematuro y, potencialmente, identificar estrategias de intervención óptimas para mitigar el impacto de la bacteria en el embarazo. También buscan caracterizar la interacción entre C. innocuum y el metabolismo estrogénico del huésped de forma más general, más allá del embarazo.
"Hemos descubierto características robustas del microbioma intestinal que parecen predecir el riesgo de parto prematuro", resume el autor correspondiente Ju-Sheng Zheng, de la Universidad de Westlake. "Esta interacción entre los genes del huésped, el microbioma intestinal y los resultados del embarazo nunca antes se había descrito".