MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La actividad física regular, incluyendo un ejercicio de intensidad ligera como andar, se asocia con una reducción de fractura de cadera y otros huesos en mujeres después de la menopausia, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Búfalo de Nueva York (Estados Unidos) y publicado en 'JAMA Network Open' que buscaba evaluar la incidencia de actividad física y fractura en mujeres mayores.
El estudio incluyó a más de 77.000 participantes en la Iniciariva de la Salud de la Mujer, que fue seguida durante 14 años. Durante el seguimiento, el 33 por ciento de las participantes informaron de que habían sufrido, al menos, una fractura.
Las mujeres que hacían una mayor cantidad de actividad física (aproximadamente 35 minutos o más de actividades recreativas) tenían un 18 por ciento menos de riesgo de fractura de cadura y un 6 por ciento menos de riesgo de fractura total.
"Estos estudios evidencian que la reducción de la fractura está entre las muchas ventajas de práctica de actividad físcia en mujeres mayores", comenta el co-autor del estudio, Wactawski-Wende. Añade que la "fractura es muy común en mujeres tras la menopausia, y se asocia con la pérdida de independencia, limitaciones físicas y un incremento de la mortalidad".
"Actividades sencillas, como andar, pueden reducir significativamente el riesgo de rotura, lo que puede, además, reducir el riesgo de muerte", ha aseverado el co-autor.
De hecho, los investigadores registran, aproximadamente 1,5 millones de fracturas en mujeres cada año en Estados Unidos, lo que crea un coste de 12,7 billones de dólares (unos 10,8 billones de euros.
Así, la investifación tiene importantes implicaciones para la salud pública, considerando que estas actividades de baja intensidad son comunes entre los adultos mayores. El principal mensaje, señala el primer autor del estudio, Michael LaMonte, es "sentarse menos, moverse más y pensar que cada movimiento cuenta".