MADRID 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento quirúrgico de la endometriosis ha experimentado "cambios profundos" en los últimos 10 años gracias a la especialización de los ginecólogos en cirugía avanzada y la introducción de nuevas técnicas, permitiendo una reducción de las complicaciones y mejoras en los resultados y la seguridad, según han señalado el jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Andrés Sacristán, y la jefa de la misma sección, Pilar Viana.
La endometriosis es la patología más frecuente del sistema reproductor femenino y afecta aproximadamente al 10 por ciento de las mujeres durante su edad reproductiva, especialmente en la franja entre los 28 y los 35 años. Se asocia con una menstruación difícil y dolorosa, coito doloroso, dolor al defecar durante el ciclo menstrual y dolor o escozor al orinar. Entre un 30 y un 50 por ciento de las mujeres que sufren endometriosis tienen problemas de fertilidad.
Cuando la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina alcanza implantes superiores a cinco milímetros de profundidad, se denomina endometriosis profunda. Hay que tener en cuenta que la endometriosis profunda habitualmente afecta a otros órganos, como son el recto, los uréteres o la vejiga.
Para su tratamiento, los doctores han explicado que se puede recurrir a la intervención quirúrgica, que en muchos casos lleva asociada complicaciones postoperatorias severas, entre otras, fístulas en el recto y la vagina, así como en el uréter, abscesos pélvicos o retención urinaria.
Sin embargo, han destacado que el mayor acceso a videos quirúrgicos, unido a la realización de 'webinars' y 'workshops' con práctica 'in situ' han permitido la creación de un grupo cada vez mayor de ginecólogos especialistas en cirugía avanzada de la endometriosis, capaces de realizar cirugía intestinal y urológica en el mismo acto quirúrgico en caso de que fuera necesario.
A su vez, los expertos han abordado las dos técnicas que han permitido progresos en estas intervenciones, como son la cirugía guiada por fluorescencia a través de cámaras y la cirugía robótica. Sobre la primera, han detallado que permite la reproducción de imágenes en color y en resolución 4K, lo que favorece el control visual, evita posibles daños en el sistema urinario y posibilita la realización de resecciones menos extensas, algo fundamental en pacientes jóvenes que buscan embarazos futuros.
Respecto a la cirugía robótica, los doctores han señalado que esta permite "múltiples ventajas" para el cirujano, como mayor precisión, comodidad, reducción de la fatiga y visión en 3D. Por ello, han resaltado que podría convertirse en la técnica de elección a corto plazo frente a la vía laparoscópica tradicional, que tiene tasas de curación de hasta el 50 por ciento de las pacientes y de eliminación de la sintomatología entre un 60-95 por ciento de los casos si se lleva a cabo por ginecólogos apropiadamente entrenados y dentro de unidades especializadas.