12.480 parejas madre-hijo y 30 años de datos revelan vínculo entre embarazo y salud cardíaca infantil

Archivo - Embarazada, pastillas. Fármacos.
Archivo - Embarazada, pastillas. Fármacos. - REVOLU7ION93/ ISTOCK - Archivo
Actualizado: lunes, 12 mayo 2025 12:12

   MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -

    En todo el país, la salud cardíaca está empeorando, y la hipertensión afecta a más personas y se manifiesta a edades más tempranas. Cada vez hay más evidencia que indica que los niveles de presión arterial pueden verse afectados por el desarrollo temprano, incluso antes del nacimiento.

Sin embargo, la mayoría de las investigaciones sobre la salud cardíaca maternoinfantil se han centrado en los factores de riesgo individualmente, en lugar de explorar su papel combinado.

LA PRESIÓN ARTERIAL INFANTIL EMPIEZA A MOLDEARSE EN EL EMBARAZO

Los niños nacidos de madres con obesidad, diabetes gestacional o un trastorno hipertensivo del embarazo tienen una presión arterial sistólica y diastólica más alta que los niños nacidos de madres sin estos factores de riesgo, según un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de Keck de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos).

   Entre los niños cuyas madres presentaban al menos un factor de riesgo, la presión arterial también aumentó más rápidamente entre los 2 y los 18 años en comparación con sus compañeros. Los hallazgos, que sugieren que las intervenciones para la presión arterial podrían comenzar desde el embarazo, se publican en 'JAMA Network Open'.

ESTUDIO CON 12.000 PAREJAS MADRE-HIJO Y CASI 30 AÑOS DE DATOS

   Este nuevo estudio de la Escuela de Medicina Keck de la USC ha examinado los vínculos e interacciones entre la salud cardiometabólica de una madre durante el embarazo y la presión arterial de su hijo hasta los 18 años. El estudio incluyó casi 30 años de datos de 12.480 parejas madre-hijo en todo Estados Unidos.

   "Aún tenemos mucho que aprender sobre cómo prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares", subraya la doctora Shohreh Farzan, profesora asociada de ciencias de la población y la salud pública en la Facultad de Medicina Keck y autora principal del estudio. "Encontrar factores que podamos abordar durante el embarazo y la infancia, e implementar intervenciones tempranas, podría ser clave para cambiar el futuro de la salud de las generaciones futuras".

   Los investigadores descubrieron que los niños nacidos de madres con al menos un factor de riesgo cardiometabólico tenían una presión arterial sistólica (PAS) promedio 4,88 puntos percentiles más alta que la de los niños cuyas madres no presentaban factores de riesgo. La presión arterial diastólica (PAD) promedio 1,90 puntos percentiles más alta.

¿POR QUÉ ES CLAVE LA SALUD CARDIOVASCULAR MATERNA?

Los niños nacidos de madres con uno o más factores de riesgo también presentaron un aumento más rápido de la presión arterial entre los 2 y los 18 años. Los hallazgos pueden ayudar a dar forma a los esfuerzos de prevención en ambos extremos de la ecuación, incluidos los cambios en el estilo de vida para las mujeres en edad fértil y los exámenes de presión arterial más tempranos para los niños en riesgo.

   Los investigadores utilizaron datos recopilados entre enero de 1994 y marzo de 2023 a través del Programa de Influencias Ambientales en los Resultados de Salud Infantil (ECHO). Los datos incluyen información demográfica y de salud de 12,480 parejas madre-hijo de todo el país, de las cuales aproximadamente la mitad se identificaron como no blancas.

   Casi la mitad de las madres del estudio (5537, o el 44,4 %) presentaban al menos un factor de riesgo cardiometabólico. La obesidad fue el factor más común, afectando a 3072 madres (24,6 %), seguida de los trastornos hipertensivos del embarazo, que incluyen hipertensión gestacional, preeclampsia y otras afecciones (1693 madres, o el 13,6 %) y diabetes mellitus gestacional (805 madres, o el 6,5 %).

   En el caso de los niños, los investigadores utilizaron lecturas de presión arterial para calcular los percentiles de PAS y PAD, que estiman cómo se compara la presión arterial de un niño con la de sus compañeros de la misma edad, sexo y altura.

   Los investigadores realizaron un análisis estadístico para examinar la relación entre los factores de riesgo maternos y la presión arterial en sus hijos. Consideraron otras variables que podrían influir en los resultados, como la edad materna, la raza/etnia, la educación, los ingresos, el número de embarazos previos y el tabaquismo durante el embarazo.

   En su primera lectura de presión arterial, los niños nacidos de madres con cualquier factor de riesgo cardiometabólico se clasificaron en un percentil de PAS (4,88 puntos más alto, en promedio) y un percentil de PAD (1,09 puntos más alto, en promedio) más altos que sus pares nacidos de madres sin factores de riesgo.

EFECTOS ACUMULATIVOS: DOS FACTORES DE RIESGO MATERNOS, MÁS IMPACTO

   Los niños nacidos de madres con dos factores de riesgo presentaron una presión arterial aún más alta. Por ejemplo, cuando las madres presentaban obesidad y un trastorno hipertensivo del embarazo, sus hijos presentaron una presión arterial sistólica (PAS) promedio 7,31 puntos mayor y una presión arterial diastólica promedio 4,04 puntos mayor que la de los niños cuyas madres no presentaban factores de riesgo. Los efectos fueron más pronunciados en las hijas que en los hijos varones y en los niños negros en comparación con otros grupos raciales y étnicos.

   Entre los niños del estudio, 6.015 se tomaron la presión arterial al menos dos veces, lo que permitió a los investigadores evaluar la relación entre los riesgos maternos y los cambios en la presión arterial del niño a lo largo del tiempo. Descubrieron que la PAS (0,5 puntos/año) y la PAD (0,7 puntos/año) aumentaron más rápidamente entre los 2 y los 18 años en los niños cuya madre presentaba al menos un factor de riesgo, en comparación con los niños cuya madre no presentaba factores de riesgo.

   Los hallazgos muestran que, además de beneficiar directamente a las mujeres, una mejor salud cardiovascular durante la edad fértil también puede favorecer la salud de la siguiente generación. Además, se concluye que la evaluación temprana de la presión arterial en niños (incluso en aquellos que son saludables según otros parámetros) también podría ayudar a identificar candidatos para una intervención antes de que surjan problemas.

Contador