Las Apps de seguimiento menstrual convierten datos íntimos en negocio millonario y ponen en riesgo la privacidad

Archivo - Mujer ante el portátil mirando el móvil.
Archivo - Mujer ante el portátil mirando el móvil. - ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 12 junio 2025 7:44

   MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Las aplicaciones para teléfonos inteligentes que rastrean los ciclos menstruales son una "mina de oro" para la elaboración de perfiles de consumidores, ya que recopilan información sobre todo, desde el ejercicio, la dieta y la medicación hasta las preferencias sexuales, los niveles hormonales y el uso de anticonceptivos, según un informe de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

   Este informe del Centro Minderoo para la Tecnología y la Democracia de Cambridge sostiene que el valor financiero de estos datos es "enormemente subestimado" por los usuarios que suministran a empresas con ánimo de lucro detalles muy íntimos en un mercado carente de regulación.

Los autores del informe advierten que los datos de las aplicaciones de seguimiento del ciclo menstrual (CTA) en manos equivocadas podrían generar riesgos para las perspectivas laborales, el monitoreo del lugar de trabajo, la discriminación en el seguro de salud y el acoso cibernético, además de limitar el acceso al aborto.

   Piden una mejor gobernanza de la floreciente industria "femtech" para proteger a los usuarios cuando sus datos se venden a gran escala, argumentando que las aplicaciones deben proporcionar opciones de consentimiento claras en lugar de una recopilación de datos de todo o nada, e instan a los organismos de salud pública a lanzar alternativas a los CTA comerciales.

    "Las aplicaciones de seguimiento del ciclo menstrual se presentan como una herramienta que empodera a las mujeres y aborda la brecha de género en salud", informa la doctora Stefanie Felsberger, autora principal del informe del Centro Minderoo de Cambridge. "Sin embargo, el modelo de negocio de sus servicios se basa en el uso comercial, vendiendo datos e información de las usuarias a terceros con fines de lucro".

   "Existen riesgos reales y aterradores para la privacidad y la seguridad de las mujeres como resultado de la mercantilización de los datos recopilados por las empresas de aplicaciones de seguimiento del ciclo", insiste.

   Como la mayoría de las aplicaciones de seguimiento del ciclo están dirigidas a mujeres que desean quedarse embarazadas, los datos descargados por sí solos tienen un valor comercial enorme, dicen los investigadores, ya que, junto con la compra de una casa, ningún otro evento de la vida está vinculado a cambios tan dramáticos en el comportamiento del consumidor.

   De hecho, se cree que los datos sobre el embarazo son doscientas veces más valiosos que los datos sobre edad, sexo o ubicación para la publicidad dirigida. El informe señala que el seguimiento del período también podría utilizarse para dirigirse a las mujeres en diferentes momentos de su ciclo. Por ejemplo, la fase de estrógeno o de apareamiento podría generar un aumento en la publicidad de cosméticos.

   Solo las tres aplicaciones más populares tenían cifras estimadas de descargas globales de 250 millones en 2024. Se estima que la llamada femtech (productos digitales enfocados en la salud y el bienestar de las mujeres) alcanzará más de 60 mil millones de dólares para 2027, y las aplicaciones de seguimiento del ciclo representan la mitad de este mercado.

   Ante una demanda tan intensa de seguimiento del período, el informe sostiene que el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido debería desarrollar su propia aplicación transparente y fiable para competir con las de las empresas privadas, con aplicaciones que permitan utilizar los datos en investigaciones médicas válidas. Así, se sostiene que aplicaciones que se integran en los sistemas de salud públicos, y que no buscan principalmente el lucro, mitigarán las violaciones de la privacidad, proporcionarán datos muy necesarios sobre salud reproductiva y darán a las personas mayor autonomía sobre cómo se utilizan sus datos menstruales. "Los datos de seguimiento menstrual se utilizan para controlar la vida reproductiva de las personas", insiste Felsberger. "No deberían quedar en manos de empresas privadas".

   Investigaciones realizadas por medios de comunicación, organizaciones sin fines de lucro y grupos de consumidores han revelado que los CTA comparten datos con terceros que van desde anunciantes y corredores de datos hasta gigantes tecnológicos como Facebook y Google.

    El informe cita un trabajo publicado por 'Privacy International' que muestra que, si bien las principales empresas de CTA han actualizado su enfoque sobre el intercambio de datos, la información de los dispositivos todavía se recopila en el Reino Unido y los EEUU sin "ningún consentimiento significativo".

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