MADRID 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Carnegie de Washington en Estados Unidos han descubierto el mecanismo por el cual, incluso antes del nacimiento, el cuerpo intenta eliminar los óvulos de la peor calidad. Así han observado que los 'genes saltarines' podrían ser los responsables de que se desechen hasta el 80 por ciento de los óvulos potenciales de una hembra.
El suministro de óvulos de una mujer es limitado, por lo que es crucial garantizar la calidad de su material genético, señala el trabajo de los investigadores Marla Tharp, Safia Malki y Alex Bortvin, quienes acaban de publicar sus hallazgos en 'Nature Communications'.
"Algunos organismos producen una gran cantidad de descendientes, muchos de los cuales no sobreviven hasta la edad adulta; las hembras de estas especies producen continuamente nuevos óvulos a lo largo de su vida reproductiva. Pero en los mamíferos, las hembras nacen con un suministro fijo de huevos y producen poca progenie. Por lo tanto, cada huevo es un bien precioso que necesita un control de calidad para garantizar el bienestar de sus hijos", ha explicado Bortvin.
Hace ya 50 años que se sabe que parte del conjunto original de óvulos potenciales de una hembra de mamífero se eliminan durante el desarrollo fetal a través de un proceso llamado desgaste de los ovocitos fetales, o FOA. Este fenómeno se conserva en todos los mamíferos estudiados y, a pesar de sus orígenes antiguos, gran parte de este proceso sigue siendo misterioso.
Bortvin y su equipo han señalado que FOA apunta a esos óvulos con calidad reducida. Un trabajo previo ya indicaba que esta eliminación de posibles óvulos durante el desarrollo fetal está relacionada con un elemento transponible, o 'gen saltador', llamado LINE-1.
Originalmente descubierto por la bióloga de Carnegie Barbara McClintock, los genes saltarines pueden moverse en el ADN de una célula, a menudo rompiendo genes, pero a veces también introduciendo innovaciones genéticas que mejoran la supervivencia de una especie.
LOS GENES QUE SALTAN AMENAZAN LOS ÓVULOS
El grupo de Bortvin había demostrado previamente que los genes saltarines se anulan durante la producción de esperma, pero no durante el desarrollo del óvulo. Ellos teorizaron que la purga de las células con la mayor actividad por el gen de salto LINE-1 permite la supervivencia selectiva de los huevos inmaduros que tienen el menor potencial de sucumbir a los genes de salto.
De hecho, Malki y Bortvin descubrieron previamente que AZT, un medicamento que bloquea la multiplicación del VIH y LINE-1, previno temporalmente la muerte de óvulos inmaduros. Esta observación indicó que había más de un mecanismo para detectar y eliminar óvulos con actividad excesiva de LINE-1.
Llevando esta idea a la siguiente etapa, el equipo de investigación amplió sus investigaciones mediante el uso de AZT en ratones que carecen de una proteína llamada Chk2, que detecta el daño en el ADN y lo repara o marca las células donde se almacena este material genético para la muerte. Cuando el gen de salto LINE-1 fue inhibido por AZT, y la proteína Chk2 se volvió ineficaz por mutación, la reserva de óvulos aumentó.
"Además, el cierre del proceso de eliminación de óvulos fetales de esta manera no disminuyó la fertilidad. Esto proporciona más evidencia de que este es un proceso de control de calidad llevado a cabo para tratar de mantener el calibre del suministro de huevos disponible", ha señalado Tharp.
Los investigadores han afirmado que se necesita más trabajo para determinar si estos hallazgos podrían ayudar a combatir la infertilidad debido a la insuficiencia ovárica prematura al aumentar el suministro total de óvulos de una mujer.