MADRID 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Hasta un 60 por ciento de las mujeres en la menopausia reconoce sufrir algún tipo de alteración en su vida sexual, según ha informado el jefe de servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Universitario Vithas Madrid Aravaca, José M Rodríguez.
"No se encuentran satisfechas con su imagen corporal, reconociendo que puede afectar a su libido. La mujer da importancia a su aspecto físico y este se ve modificado por los cambios propios del climaterio y la menopausia. En ocasiones, esos cambios pueden generar pérdida de la autoestima y de su confianza y, por tanto, afectar a su sexualidad", ha dicho el experto.
Además, como consecuencia del descenso de hormonas, el especialista ha señalado que puede aparecer el denominado 'Síndrome Genitourinario de la Menopausia' (SGM), que produce menor lubricación en la vagina, mayor sequedad y disminución de la elasticidad de la misma, provocando dispareunia o malestar, incluso dolor, al mantener relaciones sexuales. Junto con la inapetencia, todo esto cierra el círculo perfecto para que, aquellas mujeres que previamente gozaban de una sexualidad plena con las hormonas, ahora no las mantengan.
En ese sentido, el ginecólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, David Fuster, ha recalcado que, después del "gran estigma" que sufrió la terapia hormonal tras la publicación de los datos preeliminares del estudio 'WHI' en 2002, actualmente, la mayoría de sociedades científicas aprueba y recomienda su uso, ya que se ha visto que dichos resultados dejaban de ser representativos cuando eran analizados basándose en ciertas variables de importancia, tales como edad, factores de riesgo, ya sean obesidad o tabaquismo, y tipo de hormonas administradas.
Además, el especialista ha recordado que la Sociedad Norteamericana para la Menopausia (NAMS) se ha pronunciado a favor de que la terapia de reemplazo hormonal en mujeres menopáusicas es beneficiosa, sobre todo cuando los riesgos/beneficios son bien evaluados.
"Recientemente ha salido publicado otro estudio en el que se ha analizado a más de 7 millones de mujeres, teniendo en cuenta su edad, factores de riesgo cardiovascular, historial de cáncer, tipo de hormonas, etcétera; en el que se concluye que la terapia hormonal de reemplazo es beneficiosa para estas mujeres y que esta produce una reducción de la mortalidad del 20 por ciento por todas las causas", ha puntualizado.
Finalmente, Fuster ha subrayado la importancia de individualizar cada caso, ajustando las dosis, el tipo de hormonas, ya que se ha visto que las hormonas sintéticas pueden presentar más complicaciones que aquellas que son bioidénticas, es decir, que presentan una estructura química igual a la natural; así como la vía de administración y el tiempo de duración del tratamiento. "En definitiva, este tipo de tratamientos mejora la calidad de vida de las pacientes, su funcionamiento cognitivo, su estado de ánimo y su salud sexual", ha zanjado.