MADRID 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Hasta un 36 por ciento de las pacientes de cáncer de mama admiten alteraciones en su vida sexual, según los resultados de un trabajo realizado por el proyecto europeo 'CLARIFY', un consorcio europeo coordinado por el Servicio Madrileño de Salud Hospital, a través del Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda, que trabaja en la mejora de calidad de vida de los largos supervivientes en cáncer.
"La afectación de la función sexual es un tema frecuente pero que, sin embargo, pocas veces sale a relucir en la consulta. Gracias a la mejora de los tratamientos nuestros pacientes viven más y mejor y este es un aspecto que afecta de forma directa a su calidad de vida, tanto a nivel físico como mental", ha explicado la especialista en Medicina Interna y Oncología Clínica en el Instituto de Cáncer Carlos Ardila Lülle (Colombia) y colaboradora del proyecto, Vanessa Ospina.
Por ello, desde 'CLARIFY' se ha realizado un análisis sobre las alteraciones de la función sexual en los pacientes oncológicos largos supervivientes a partir de la realización de encuestas de calidad de vida y cuyos resultados fueron presentados en el pasado congreso de la Sociedad Español de Oncología Médica. Los datos se centran en el tipo y la frecuencia de la alteración de la función sexual.
En total, participaron más de 380 pacientes con cáncer de mama, pulmón y linfoma con una edad media de 56 años. Se recogieron variables demográficas, clínicas y mediciones de la función sexual, desde octubre de 2020 hasta mayo de 2022, para lo cual se emplearon dos cuestionarios de evaluación de la función sexual validados.
Dichos cuestionarios se entregaban a los pacientes en forma física o electrónica a nivel personal, de modo que podían responderlos en cualquier momento y lo entregaban posteriormente de forma anonimizada. La mayoría de los pacientes estaban casados (72%), un 14 por ciento estaban separados y divorciados.
Entre los resultados más destacados, se detectó una alta frecuencia de alteración de la función sexual en los pacientes supervivientes: desde un 15 a un 36 por ciento en mujeres con cáncer de mama, un 15 por ciento para cáncer de pulmón y un 10 por ciento en casos de linfoma. También se vieron resultados muy variables según el sexo y el tipo de neoplasia en el grado de satisfacción sexual y la frecuencia de la actividad sexual.
En cuanto a la frecuencia de actividad sexual, se observó una gran diferencia entre hombres y mujeres. Mientras el 69 por ciento de los hombres habían tenido actividad sexual en las últimas 4 semanas, solo el 31 por ciento de las mujeres informaba de ello. En general, las mujeres, especialmente aquellas con cáncer de mama, mostraban una mayor tendencia a tener alteraciones de la función sexual, un hallazgo que coincide con otros estudios al respecto.