Testimonios de personas con esquizofrenia: "Tengo una enfermedad, pero eso no me hace peor persona"

Imagen del libro 'Relatos de Vida', editado por la compañía farmacéutica Janssen y 14 asociaciones de pacientes para luchar contra la estigmatización de la esquizofrenia
Imagen del libro 'Relatos de Vida', editado por la compañía farmacéutica Janssen y 14 asociaciones de pacientes para luchar contra la estigmatización de la esquizofrenia - JANSSEN
Publicado: lunes, 16 diciembre 2019 13:47

MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

Treinta y seis personas con esquizofrenia han compartido su experiencia con esta enfermedad en el libro 'Relatos de Vida', editado por la compañía farmacéutica Janssen en colaboración con 14 asociaciones de pacientes, para ayudar a su normalización e integración en la sociedad, eliminando el estigma asociado a las enfermedades mentales.

La obra surgió hace dos años como parte del 'Proyecto TIEMPO', dirigido tanto a facilitar que estas personas tengan la oportunidad de demostrar sus logros como a ayudar a otras que pasan por esta misma situación. "Este no es solo un libro de relatos, es un libro de personas. Personas que tienen esquizofrenia y quieren recuperar su tiempo, porque en todos los casos se trata de vivir y sin dejar atrás ningún sueño", reza su prólogo.

Durante la presentación de 'Relatos de Vida', tres personas con esquizofrenia han leído sus relatos incluidos en el libro, y que también están disponibles en la página web Esquizofrenia24x7. "Este es un testimonio de esperanza, de cómo conviven con la enfermedad. La escritura tiene un sentido de ayuda y liberación", ha resaltado el doctor Miguel Roca, catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Islas Baleares.

Uno de los relatos es 'Memoria', de Antonio, poeta que ya ha publicado varias obras. Fue diagnosticado a los 19 años con esquizofrenia paranoide y se define a sí mismo como "un superhéroe que toma pastillas". "Al principio rechazaba la medicación, pero desde que la tomo soy una persona distinta. Ahora he descubierto un montón de cosas", ha narrado.

En su texto, Antonio habla sobre su experiencia a través de un 'amigo', que es él mismo antes de controlar su enfermedad. "Su infancia fue la de un niño solitario. Entre una posguerra y el olvido. Siempre soñador, querido por su familia y con un miedo que le acompañaba desde su niñez. Su infancia fue un sueño. El único sueño que tuvo. Su vida posterior, un sufrimiento que le impidió crecer. Hasta ayer no era feliz", cuenta.

De niño, se enfrentó al 'bullying' de sus compañeros por ser diferente: "Hacía reír a sus amigos. Luego se dio cuenta de que él no hacía reír, sino que se reían de él. Cruel y siniestra crueldad que convive en ciertos niños que hacen creer a otros diferentes y en realidad no sé si los vuelve únicos". También ha sufrido en su vida adulta: "Fue explotado en todos los trabajos que conseguía. Al final comprendió, también, la cruel y siniestra crueldad de los adultos. Peor que la de los niños".

Finalmente, Antonio señala que la vida "pudo con él y le hizo diferente". "Al ser diferente, le diagnosticaron, le medicaron y aceptó esa diferencia", argumenta. Una vez que reconoció esa diferencia, empezó su liberación, cuando "conoció a personas maravillosas, personas diferentes que eran ayudadas por el amor a no ser diferentes". "Aunque lo pasó mal por sus ingresos en Salud Mental, valió la pena el periplo. Después de tanto llanto, de tanto sufrimiento de los suyos, de él, de los que le rodearon, se merece el sitio que tiene ahora en la sociedad a pesar de todo", concluye.

"NO SOMOS LOCOS, SOMOS PERSONAS COMO CUALQUIER OTRA"

También ha leído su historia Ramón, un valenciano de 28 años que vive en un pueblo de apenas 4.000 habitantes y fue diagnosticado con esquizofrenia en 2015. "Hace cuatro años, cuando me diagnosticaron, mi familia y yo nos pusimos muy tristes. Poco a poco me he dado cuenta de que lo he asumido: tengo una enfermedad, pero eso no me hace peor persona. Lo importante es seguir adelante y tener ilusiones. Supongo que mi proyecto de vida es como cualquier otro, porque al final es disfrutar de la vida y ser feliz con los míos", explica.

Ramón estuvo 17 meses en una residencia. "No me gustaba pero tenía que estar para ponerme bien. Me recuperé y volví a casa con mi familia. Al principio, necesitaban que me despertaran, afeitaran y me hicieran el almuerzo. Me decían los días que tenía que ducharme y cambiarme la ropa, y me acompañaban al médico", detalla. Ahora, puede hacer todas esas tareas solo, y además se encarga de "hacer compras y recados para casa", lo que evidencia su mejora.

También participa en un grupo teatral, donde cuenta su experiencia junto a otras personas con esquizofrenia. "Hacemos que la gente se conciencie de la enfermedad mental y rompemos los tabús. No somos locos, somos personas como cualquier otra, y tener una enfermedad mental es como padecer cualquier otra enfermedad", defiende Ramón.

Sobre su futuro, espera rehabilitarse completamente, poder trabajar con su padre y encontrar el amor: "Me gustaría conocer a una chica y salir con ella. Me da igual que tenga enfermedad mental. Creo que, si la tiene, la voy a entender más que nadie". Igualmente, Ramón espera algún día formar una familia o recuperar su carné de conducir. "Aunque lo más importante y lo que más me gustaría es poder lograr hacer una vida prácticamente normal, aunque sé que con la enfermedad tengo que tener unos hábitos saludables y ordenados en cuanto a horarios y visitas a mi médico", finaliza.

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