MADRID 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El descubrimiento de una proteína de la malaria que ayuda al parásito a crecer en el interior de los glóbulos rojos y desempeña una función reguladora clave en las tácticas de evasión inmunitaria del parásito podría allanar el camino a nuevas vacunas o terapias para combatir esta infección mortal, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Nature Microbiology'.
La proteína, conocida como PfAP2-P, se identificó anteriormente en un estudio dirigido por la KAUST en el que se exploraron genes y proteínas de la malaria que mostraban patrones de expresión rítmicos las 24 horas del día, una adaptación que permite al parásito sincronizar sus actividades con las del huésped durante la fase de sangre humana de su ciclo de desarrollo.
Los niveles de expresión de PfAP2-P parecen alcanzar su punto máximo alrededor de 16 horas después de la invasión de los glóbulos rojos y, de nuevo, unas 24 horas después. Estos picos coinciden con la activación de genes relacionados con dos procesos biológicos cruciales.
El primero es cuando los parásitos de la malaria recubren los glóbulos rojos que infectan con diversas combinaciones de proteínas pegajosas para eludir el reconocimiento inmunitario y el segundo cuando grupos de parásitos jóvenes se preparan para salir de un glóbulo rojo e invadir otros glóbulos rojos no infectados.
Esta observación intrigó a Amit Kumar Subudhi, investigador del grupo de Arnab Pain. Junto con Pain y colaboradores de otros laboratorios de la KAUST, quiso desvelar la función de PfAP2-P.
Mediante una serie de experimentos moleculares, demostraron que la PfAP2-P es un regulador esencial de múltiples procesos biológicos clave de los parásitos. La proteína actúa a la vez como represor de genes implicados en la evasión inmunitaria y como freno de genes asociados a la transición del parásito a su fase sexual de desarrollo.
Los investigadores también identificaron varias proteínas nuevas reguladas directa o indirectamente por la PfAP2-P, algunas de las cuales podrían ser objeto de desarrollo farmacológico en el futuro. Además, descubrieron que PfAP2-P actúa como activador de las proteínas necesarias para que el parásito salga de los glóbulos rojos infectados e invada otros nuevos.
Tal vez el descubrimiento más prometedor proceda de los estudios sobre parásitos mutantes de la malaria que carecían de una versión funcional de PfAP2-P. Estos parásitos no podían controlar la coordinación de los procesos de infección. Estos parásitos no podían controlar la expresión coordinada de proteínas pegajosas muy variables en la superficie de los glóbulos rojos implicadas en eludir la detección inmunitaria.
Los glóbulos rojos infectados con estos parásitos defectuosos de PfAP2-P expresaron toda la gama de proteínas pegajosas de la superficie, en lugar de emplear la táctica habitual de "esconderse y buscar" el sistema de reconocimiento inmunitario del huésped.
Como resultado, los parásitos PfAP2-P defectuosos fueron fácilmente reconocidos por anticuerpos destructores de la malaria que, en principio, podrían ayudar a entrenar al cuerpo para defenderse de las infecciones de malaria que se producen de forma natural.
Los investigadores de la KAUST están estudiando el potencial de estos parásitos mutantes como "desencadenantes inmunitarios" similares a las vacunas para evitar las infecciones naturales de paludismo en las personas.