MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
Publicado en 'Molecular Cell', el nuevo estudio revela cómo un cáncer cerebral infantil, poco común pero devastador, llamado glioma difuso de la línea media (DMG), secuestra el mecanismo de control genético de la célula para impulsar su crecimiento. Los hallazgos podrían abrir el camino hacia nuevos tratamientos urgentemente necesarios para esta enfermedad, actualmente incurable.
La DMG es un tumor que se desarrolla en las capas profundas del cerebro y afecta principalmente a niños y adultos jóvenes. Casi todos los casos presentan una alteración genética clave: una mutación en la proteína histona H3, que ayuda a empaquetar el ADN dentro de las células. Esta mutación altera una marca química crucial, conocida como H3K27me3, que normalmente actúa como una señal de stop para silenciar los genes.
IDENTIFICAN UN PROCESO MOLECULAR CLAVE
Un grupo internacional de científicos dirigidos por el Trinity College Dublin de Irlanda, ha identificado un proceso molecular clave que impulsa una forma mortal de cáncer cerebral infantil, ofreciendo potencialmente un nuevo objetivo terapéutico muy necesario.
Los científicos creían desde hacía tiempo que esta alteración provocaba que los genes se activaran cuando no debían. Pero en un giro sorprendente, los investigadores responsables del nuevo estudio descubrieron que partes de este sistema de "señal de stop" aún persisten, y que el tumor, de hecho, depende de ellas para sobrevivir.
Mediante análisis genéticos y herramientas moleculares de vanguardia, el equipo descubrió que un complejo silenciador de genes muy específico, llamado CBX4/PCGF4-cPRC1, es esencial para el crecimiento del tumor. Si bien representa menos del 5% del mecanismo de silenciamiento relacionado en las células cancerosas, este complejo en particular desempeña un papel fundamental en la desactivación de genes que, de otro modo, impedirían el crecimiento del tumor.
ES POSIBLE QUE SE PUEDAN DESARROLLAR TRATAMIENTOS MÁS PRECISOS
El estudio también reveló cómo una región previamente desconocida en la proteína CBX4 ayuda a formar una asociación especial con PCGF4, lo que permite esta represión genética dañina."Aunque esta forma del complejo silenciador del gen PRC1 representa menos del 5% de PRC1 en estos tumores, nuestra investigación muestra que es esencial para el crecimiento del tumor", desarrolla el profesor Adrian Bracken, coinvestigador principal del estudio del Instituto de Genética Smurfit del Trinity College de Dublín .
Al abordar específicamente esta forma rara de PRC1, es posible que se puedan desarrollar tratamientos más precisos que minimicen los efectos secundarios que pueden surgir con terapias de acción más amplia. El
"Este descubrimiento arroja luz sobre un mecanismo clave que impulsa la DMG e identifica a CBX4 como una prometedora diana farmacológica. Nuestros hallazgos sugieren que interferir con la interacción de CBX4 con la cromatina o su proteína asociada, PCGF4, podría alterar el mecanismo de silenciamiento génico del tumor, lo que podría allanar el camino para nuevas estrategias de tratamiento contra esta devastadora enfermedad", señala el doctor Gerard Brien, coinvestigador principal de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).