MADRID 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de California San Francisco (UCSF), en Estados Unidos, y del Instituto Nacional de Normas y Control Biológicos (NIBSC) del Reino Unido han desarrollado dos nuevas vacunas orales contra la polio (nOPV) para reforzar el esfuerzo más reciente de la Organización Mundial de la Salud por erradicar definitivamente la poliomielitis, que comenzó hace dos años utilizando la primera nOPV desarrollada por el mismo equipo. Se trata de las primeras nuevas vacunas antipoliomielíticas en 50 años.
A pesar de algunas de las campañas internacionales de vacunación más exitosas de la historia, el virus de la polio sigue circulando por todo el mundo. Aunque las cepas originales, llamadas de tipo salvaje, se han eliminado en gran medida, pueden desarrollarse nuevas cepas a partir de la vacuna antipoliomielítica oral (VPO), que es la más utilizada en el mundo en desarrollo.
Las vacunas orales utilizan virus vivos debilitados que ocasionalmente mutan a una forma activa, dando lugar a brotes incluso en países que se cree que han eliminado la poliomielitis.
Al igual que la primera nOPV, las dos nOPV más recientes, descritas en la revista 'Nature', se fabrican a partir de poliovirus debilitados que han sido modificados genéticamente para reducir la reversión a formas peligrosas del virus. El desarrollo de estas nuevas vacunas fue dirigido conjuntamente por Raul Andino, profesor de microbiología e inmunología de la UCSF, y Andrew Macadam, virólogo del NIBSC.
"Con tanta variación en la vacunación dentro de los países y entre ellos, el poliovirus ha persistido en el siglo XXI, con consecuencias a veces trágicas --explica Andino, coautor principal del artículo junto con Macadam--. Hemos diseñado estas nuevas vacunas utilizando las lecciones aprendidas durante muchos años de lucha contra la polio y creemos que ayudarán a eliminar la enfermedad de una vez por todas".
La poliomielitis suele ser asintomática, pero puede causar discapacidad grave, parálisis o la muerte en aproximadamente uno de cada cien niños. Se propaga a través de partículas fecales u orales, por lo que es especialmente problemática en regiones con un saneamiento deficiente. En la primera mitad del siglo XX se produjeron brotes de polio en Estados Unidos, lo que llevó a una carrera por desarrollar vacunas.
Las primeras vacunas eficaces contra la poliomielitis aparecieron en la década de 1950, dando inicio a campañas masivas para inmunizar a todas las personas, haciendo hincapié en los niños.
La vacuna antipoliomielítica inactivada (VPI), elaborada con poliovirus muertos, se administraba mediante inyección, mientras que la vacuna antipoliomielítica oral (VPO), elaborada con poliovirus debilitados, se administraba en un terrón de azúcar o en un caramelo.
Actualmente la IPV es la vacuna de elección en los países con una atención sanitaria sólida, y la OPV --la opción más barata y fácil de administrar-- se utiliza en los demás casos.
En las poblaciones en las que todo el mundo está inmunizado desde una edad temprana, no importa si reciben la IPV o la OPV, aunque estas vacunas actúan de forma diferente en el medio ambiente. Las personas vacunadas con la VPI pueden infectarse con cualquier polio que esté circulando. No enfermarán, pero pueden transmitir silenciosamente el virus a los no vacunados.
Las personas vacunadas con OPV no pueden transmitir silenciosamente la poliomielitis en circulación de esta manera, pero pueden excretar el virus debilitado con el que fueron inoculadas y propagarlo a los no vacunados. Si el virus debilitado muta, puede volver a convertirse en polio patógena.
En poblaciones con niños no vacunados --ya sea por rechazo a la vacunación, catástrofes naturales o guerras-- esta poliomielitis derivada de la vacuna puede propagarse ampliamente, causando enfermedades graves a los pocos desafortunados.
Aunque el poliovirus original, o "salvaje", sólo se ha detectado recientemente en Afganistán y Pakistán, la poliomielitis de origen vacunal se ha detectado en países tan lejanos como Siria, la República Democrática del Congo y Estados Unidos. De hecho, en los últimos años ha habido más casos de poliomielitis de origen vacunal que de tipo salvaje, lo que hace urgente contrarrestar esta nueva fuente de poliomielitis.
En 2017, Andino y sus colegas descubrieron cómo la OPV revierte a su forma dañina: una sola mutación restaura la capacidad del virus para migrar desde el intestino humano hasta el sistema nervioso. Al cabo de unos años, el grupo había ideado un trío de mutaciones que hacen mucho menos probable esa reversión genética y las había empaquetado en una nueva vacuna.
Esa vacuna, la nOPV2, obtuvo en 2020 el primer listado de vacunas de uso de emergencia de la OMS y se fabricó y distribuyó rápidamente.
"Se entregaron más de 600 millones de dosis a más de 28 países, y en diez casos detuvo los brotes en curso de polio derivada de la vacuna --recuerda Andino--. Nos dio mucha más confianza en que realmente funcionaba como se había previsto".
A pesar de su eficacia, la nOPV2 sólo protege contra una de las tres cepas de polio, y recientemente han aparecido casos de polio en Israel, que está muy vacunado, así como en zonas de Estados Unidos donde la gente se niega a vacunar a sus hijos.
Incluso donde no hay casos de polio en los hospitales, se sigue detectando polio en las aguas residuales de las grandes ciudades. Puede que hoy haya un 99% menos de casos de polio que hace 30 años, pero el último 1% ha demostrado ser difícil de eliminar. "Si hay poliomielitis en algún sitio, volverá allí donde haya lagunas en la vacunación", alerta Andino.
El último trabajo del grupo de Andino toma la solución que crearon para la nOPV2 --las tres mutaciones que normalmente evitan que la vacuna se vuelva peligrosa con el tiempo-- y la incorpora a los otros dos tipos de OPV. Las vacunas resultantes, nOPV1 y nOPV3, previenen eficazmente la poliomielitis en modelos animales.
Las tres son mucho más seguras que las OPV originales, que ocasionalmente pueden causar parálisis a los vacunados, aunque es poco frecuente (del orden de un caso por cada dos millones de niños vacunados).
Las dos nuevas vacunas se están probando actualmente en ensayos clínicos para garantizar que ambas son eficaces y no revierten a formas peligrosas en humanos. Andino confía en que se incorporen a combinaciones bivalentes o trivalentes con la nOPV2. Los niños del futuro estarán igualmente protegidos contra la polio de por vida, y quizás el mundo experimente algún día décadas en las que no se detecte ninguna polio, añade.
"La percepción de que la polio ha desaparecido es peligrosa --adiverte Andino--. Por ejemplo, sólo en India nacen 500.000 niños a la semana, un número enorme de personas susceptibles. Ahora tenemos lo que necesitamos para protegerlos".