MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Manuela Escorial, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, ha advertido de que la incorrecta alineación de los dientes, más allá del factor estético y de los posibles problemas que desde el punto de vista de la imagen pueda ocasionar, puede tener efectos negativos también sobre la salud. En este sentido, destaca que la maloclusión, término con el que se conoce la mala colocación de las piezas dentales, es un fenómeno "muy extendido entre la población".
"A priori, sufrir un leve desvío en la alineación de las piezas dentales no tiene por qué causar problemas, sin embargo, cuando el ángulo de esta desviación es más pronunciado de lo debido, hay que tomar medidas", señala la epxerta.
Escorial alerta de que los dientes torcidos suelen generar una mordida incorrecta que "puede llevar, a largo plazo, al astillamiento en la parte inferior e incluso fractura de algunas piezas dentales, siendo necesaria su reposición". "Además, las piezas dentales pueden desgastarse más de la cuenta", agrega.
Las consecuencias de la maloclusión, por desgracia, no se limitan a los dientes exclusivamente, sino que pueden afectar a otras zonas: desde las encías hasta la cabeza en general, ocasionando molestos dolores o cefaleas. "Las encías pueden inflamarse al no ser posible una correcta higiene bucal (con los consiguientes problemas de halitosis o mal aliento) e incluso podemos llegar a sufrir migrañas provocadas por una mala mordida", explica la odontóloga de Sanitas.
Los orígenes de esta mala posición de los dientes pueden ser muy diversos, aunque los especialistas señalan la niñez como la época más determinante. "La predisposición genética, la ausencia de piezas dentales y las malas costumbres como chuparse el dedo o abusar de chupetes y biberón, son motivos frecuentes de maloclusión", explican.
En este sentido, es importante destacar que un diagnóstico e intervención tempranas pueden evitar maloclusiones con componente óseo. Durante el crecimiento es posible realizar ortopedia del maxilar y la mandíbula y con ello favorecer un adecuado desarrollo de la boca. El tratamiento de las maloclusiones con componente óseo en la edad adulta es más complejo, por ello se recurre a la combinación de técnicas de cirugía ortognática y ortodoncia.
Para corregir el problema de los dientes torcidos o mal colocados, la solución más habitual es la de la ortodoncia, sobre todo, cuando la estructura dental se ha visto afectada y afecta a más de varias piezas. En todo caso, ante indicios de maloclusión, lo recomendable es acudir a la consulta de un especialista y hacer un diagnóstico completo antes de iniciar cualquier tratamiento.