Brote de cólera en Yemen
KHALED ABDULLAH
Actualizado: jueves, 21 diciembre 2017 13:08

   MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El número de casos sospechosos de cólera ha alcanzado el millón de personas en Yemen, un país en el que el 80 por ciento de la población sufre necesidades acuciantes sin poder acceder a los servicios públicos, incluida la sanidad, debido a una guerra civil que suma ya mil días, según ha informado el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR).

   "El número de casos sospechosos de cólera ha alcanzado el umbral de un millón de personas, amplificando el sufrimiento de un país atrapado en una guerra brutal", ha asegurado este miércoles la organización humanitaria en su cuenta oficial de la red social Twitter.

   De acuerdo con el anterior balance, facilitado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el mes de septiembre había 700.000 personas que estaban recibiendo tratamiento contra el cólera como casos sospechosos y más de 2.000 personas habían muerto a causa del virus.

   La OMS advirtió hace apenas unas semanas de que otro brote de cólera podría azotar a la empobrecida nación del Golfo si se mantenía el colapso del sistema sanitario y el bloqueo fronterizo impuesto por la coalición árabe en respuesta a los proyectiles lanzados por los huthis contra territorio saudí.

   El bloqueo, en vigor desde noviembre, ha impedido la entrada de mercancías por tierra, mar y aire. Aunque la ayuda humanitaria sigue llegando, las organizaciones humanitarias se han visto obligadas a suplir los bienes de primera necesidad que el sector privado ya no es capaz de proporcionar.

   En las últimas semanas, la coalición internacional ha levantado el bloqueo sobre el aeropuerto internacional de Saná y sobre los puertos de Adén y Hodeida, lo que permitirá aliviar el desabastecimiento, si bien se trata de una medida temporal, según ha indicado Riad.

   La guerra civil de Yemen, que enfrenta a los rebeldes huthis con las fuerzas gubernamentales, apoyadas por una coalición militar liderada por Arabia Saudí, ha acabado con la vida de más de 10.000 personas, de las cuales más de 5.000 son civiles, según las estimaciones de Naciones Unidas.