MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las vacaciones han llegado a su fin y es hora de retomar la rutina. Tanto para la gente que estudia como para la gente que trabaja en oficina, la vuelta significa volver a pasar alrededor de ocho horas diarias enfrente de una pantalla de ordenador, lo que ocasiona enfoque continuo de la visión y una exposición prolongada al brillo del monitor.
Estas dos acciones conllevan la patología denominada síndrome visual informático. El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas indica que sus síntomas son irritación ocular, fatiga visual, visión borrosa, sequedad ocular, cefalea y dolor de cuello y hombros. "Aunque estos síntomas pueden darse a lo largo de todo el año, se acentúan durante la vuelta al trabajo", ha apuntado la directora técnica y de formación de Óptica Universitaria, Alicia Escuer.
No obstante, explican, la mayoría de estos síntomas son sólo temporales y se dejan de notar al apagar el ordenador, aunque algunas personas pueden ver reducidas sus habilidades visuales y experimentar una visión borrosa incluso después de dejar de trabajar.
La afección, que según los datos del Colegio Oficial de Ópticos y Optometristas de Catalunya padece un 70 por ciento de la población española que trabaja en oficinas, aparece precisamente por realizar un esfuerzo de enfocar, acomodativo, excesivo.
El síndrome visual informático se puede combatir con lentes y filtros para rebajar parte de la luz azul que emiten las pantallas. Escuer cree que en el futuro serán los propios dispositivos los que contengan estas lentes relajantes. Sin embargo, mientras ese momento llega, para combatirlo hay que seguir estos consejos de Óptica Universitaria.
- Seguir la regla del 20-20-20. Consiste en apartar la mirada durante 20 segundos cada 20 minutos, enfocando a una distancia de 20 pies, lo que equivale a seis metros.
- Parpadear con regularidad para evitar la sequedad. Cuando se centra la atención en una pantalla, normalmente se parpadea con menos frecuencia y se realiza un mayor número de parpadeos incompletos.
- Realizarse una revisión optométrica para comprobar si se necesita alguna lente que ayude a relajar el esfuerzo visual continuado.
- Ajustar la resolución y el contraste del monitor. Cuanta mayor sea la resolución de la pantalla habrá un mayor confort visual.
- El brillo del monitor no debe ser ni demasiado intenso ni demasiado tenue. Además, es básico mantenerlo libre de polvo y huellas, ya que pueden reducir la claridad.
- Evitar los deslumbramientos y reflejos en la superficie de la pantalla. Es aconsejable eliminar las fuentes de luz que se encuentren en la zona periférica y posicionar el monitor perpendicular a las ventanas o a otras fuentes de iluminación.
- Si se tienen gafas o lentillas, hay que asegurarse de que tienen la graduación actualizada y son apropiadas para la distancia de trabajo.
- Comprobar la humedad. Para evitar la sequedad ocular, hay que evitar corrientes de aire o habitaciones con exceso de calefacción y mantente hidratado.
- Cuando se usen portátiles o tablets, siempre que sea posible, hay que colocar el portátil o tableta más alto que las rodillas y utiliza una funda que se doble y sirva de apoyo a la tablet.
- En el caso del 'smartphone', hay que recordar sujetarlo de forma relajada, con los pulgares colocados ligeramente sobre el teclado. Se debe evitar, asimismo, utilizarlo con una sola mano.