MADRID 24 May. (EUROPA PRESS) -
La doctora Rocío Núñez Calonge ha realizado un estudio en el que desvela que la vitrificación de embriones mejora el éxito en fecundación 'in vitro' (FIV) un 13 por ciento en 12 años.
Núñez Calonge ha llevado a cabo este estudio en el que se han analizado los datos del Registro Nacional de Reproducción Asistida de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), que incluye 563.000 tratamientos de fecundación 'in vitro' (FIV).
En este sentido, el número de tratamientos de reproducción asistida está aumentando progresivamente en todo el mundo, al tiempo que se incrementan los casos de infertilidad. En España, es obligatorio para todos los centros enviar anualmente los datos de los tratamientos realizados al Registro Nacional de Reproducción Asistida.
En el estudio liderado por la doctora Rocío Núñez Calonge, se ha analizado en primer lugar la tendencia en el número de bebés nacidos desde 2009 hasta los últimos datos del registro: 2021. En total, representan 563.000 ciclos de fecundación in vitro (FIV) de pacientes que han utilizado sus propios ovocitos.
"Sorprendentemente, a pesar de los últimos avances en las técnicas de reproducción asistida, nos encontramos con que la tasa de nacido vivo por ciclo de tratamiento iniciado no solo no ha aumentado, sino que ha ido disminuyendo a un ritmo de un 1 por ciento anual", ha subrayado la doctora.
La respuesta de estos datos está en el número de tratamientos que se han llevado a cabo gracias a la congelación de embriones. "Al mismo tiempo que aumentan los tratamientos con transferencia de un solo embrión para evitar el embarazo múltiple, aumentan los ciclos con embriones congelados (del 29% al 48%). Además, la tasa de bebé nacido después de transferir estos embriones congelados aumentó exponencialmente de un 4 a un 24% por ciento en estos 12 años", explica Núñez Calonge.
"Por lo general, el éxito de la FIV se ha informado en términos de nacimientos vivos por ciclo fresco o transferencia de embriones. Sin embargo, un tratamiento de FIV no sólo debe incorporar los resultados asociados con las transferencias de embriones frescos sino también los resultantes de las transferencias con los embriones congelados sobrantes", confirma la doctora.
Sin embargo, a pesar de estos argumentos, apunta la experta, la mayoría de los registros nacionales no informan sistemáticamente tasas acumuladas, probablemente debido a la dificultad para ponerse de acuerdo sobre cómo calcularlas.
Al abordar este asunto en el estudio, la doctora ha contado con la colaboración del doctor José Andrés Guijarro, quien ha ideado una fórmula para solucionar este problema y corregir el cálculo de la tasa de éxito de la FIV. Así, incluyendo los embriones que se han transferido en fresco, más los que potencialmente se transferirán tras la descongelación, este estudio ha comprobado que, en estos doce años, la tasa acumulada de nacido vivo muestra un aumento constante del 1,7 por ciento anual desde 2012, pasando del 22 al 35 por ciento de nacimientos por ciclo iniciado.
"Con esta fórmula, demostramos que lo verdaderamente importante para comprobar la efectividad de la FIV no es el resultado de bebé nacido por ciclo de tratamiento o por cada transferencia de embriones en fresco, sino la tasa acumulada. Esto es, hay que tener en cuenta todos los embriones que se han congelado en cada ciclo", subraya Núñez.
"Los datos nos permiten comprobar que, aunque la tasa de parto por ciclo de tratamiento iniciado ha descendido a lo largo de los años, la técnica de vitrificación de embriones ha contribuido a que el número de nacimientos de reproducción asistida aumente", explica.
"El Registro Nacional de resultados de la SEF, uno de los más completos de Europa, ofrece cada año datos sobre la tasa de niños nacidos. Proponemos, tras los resultados obtenidos en este estudio, aplicar la fórmula para calcular la tasa acumulada, lo cual añadiría más precisión a estos datos", concluye la experta.