MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cirujanos del Hospital Vithas Nisa 9 de Octubre de Valencia han realizado con éxito una resección en bloque de un cordoma que afectaba a tres vértebras, a través de una vía posterior única de acceso para la resección y reconstrucción de la columna.
El cordoma es un tumor primario maligno poco frecuente de la columna, que puede desarrollarse en los huesos de la base del cráneo y la columna vertebral móvil. También es característico en el extremo distal de la misma a nivel del sacro y, además, por su lento crecimiento puede llegar a adquirir un tamaño considerable antes de dar sintomatología.
Su comportamiento, unido al hecho de que se ubica en una zona de alto compromiso neurológico (íntimamente relacionada con el sistema nervioso) y que responde, por otra parte, "muy pobremente" a tratamientos oncológicos como la quimioterapia y la radioterapia, dificulta "notablemente" su tratamiento. Las posibilidades curativas pasan irremediablemente por la cirugía.
Recientemente, el equipo que dirige el doctor Antonio Martín Benlloch ha intervenido con éxito en el Hospital Vithas Nisa 9 de Octubre a un paciente con un cordoma en la columna torácica, que en su evolución (afectaba a una vértebra y a las inmediatamente superior e inferior) ponía en riesgo la movilidad del paciente y que estaba produciendo una compresión de la médula espinal.
"Este tipo de lesiones obliga a extraer el tumor sin abrirlo, liberándolo por zonas no contaminadas, es decir, de una sola pieza (en bloque), con esta técnica el acto quirúrgico propiamente dicho incrementa las posibilidades de curación y evita el número de recidivas (reaparición del tumor)", ha comentado Martín Benlloch.
El paciente intervenido se trasladó a Valencia desde otra comunidad autónoma ante la imposibilidad de ser tratado en su ciudad de origen. "La lesión había crecido hasta ocupar la práctica totalidad del espacio epidural y estaba comprometiendo la médula; afectaba de lleno a una vértebra y a las adyacentes".
Según el experto, a las medidas extra de seguridad que este tipo de intervenciones precisa se suma, como dificultad añadida, la necesidad de diseñar un abordaje quirúrgico que atienda a las necesidades de curación de una enfermedad como el cáncer sin perder de vista que hay que preservar la calidad de vida del paciente y no comprometer su sistema nervioso, algo que podría desencadenar consecuencias neurológicas irreversibles (graves).