MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio publicado en la revista 'Environmental Health' y realizado por un grupo de investigadores del Swiss Tropical and Public Health Institute en Suiza ha evaluado la relación entre el ruido del transporte y el suicidio en 5,1 millones de adultos de la Cohorte Nacional entre 2001 y 2015 y ha descubierto que la exposición al ruido del transporte en el hogar estaba vinculada a un mayor riesgo de muerte por suicidio.
Los trastornos mentales afectan a casi mil millones de personas en todo el mundo y son una de las principales causas de suicidio. En Suiza, se calcula que cerca de 1,4 millones de personas padecen problemas de salud mental y que aproximadamente 1.000 se quitan la vida cada año. Factores ambientales como la contaminación atmosférica o acústica se han relacionado con efectos adversos para la salud, como las enfermedades cardiovasculares y el bienestar general. Sin embargo, siguen siendo escasas las pruebas sólidas sobre los efectos del ruido del transporte en los trastornos mentales.
El estudio suizo ha concluido que existe una estrecha relación entre el ruido del transporte y el riesgo de suicidios de manera que con cada aumento de 10 decibelios del ruido medio del tráfico rodado en casa, el riesgo de suicidios aumenta un cuatro por ciento.
También se ha observado una asociación con el ruido del ferrocarril, aunque menos pronunciada. Los resultados observados fueron sólidos incluso después de ajustar la exposición a la contaminación atmosférica, la cantidad de zonas verdes alrededor del hogar y múltiples indicadores socioeconómicos.
"Utilizamos los suicidios como indicador de los trastornos mentales, ya que no disponemos de datos suizos sólidos sobre diagnósticos de salud mental como la depresión o la ansiedad", ha explicado el primer autor del estudio y estudiante de doctorado en la TPH suiza, Benedikt Wicki. En este sentido, Wicki ha asegurado que "el ruido aumenta la carga mental, contribuyendo al desarrollo de trastornos mentales o al empeoramiento de afecciones preexistentes".
Los mecanismos biológicos por los que el ruido repercute en la salud mental incluyen alteraciones del sueño, aumento de los niveles de hormonas del estrés, cambios en el funcionamiento cerebral o sensación de pérdida de control. "Nuestro cerebro registra el ruido como señal de una amenaza potencial y activa la respuesta de 'lucha o huye'. El ruido constante del transporte en casa puede agitarnos y hacernos incapaces de afrontar el estrés", ha explicado la investigadora suiza de TPH y autora principal del estudio, Danielle Vienneau.
Los investigadores compararon los datos de 5,1 millones de personas mayores de 15 años de la Cohorte Nacional Suiza de 2001 y 2015 con los de exposición al ruido procedente de fuentes de transporte, como el tráfico rodado, los ferrocarriles y los aviones. Los datos de exposición al ruido estaban disponibles para todos los hogares en 2001 y 2011, y se asignaron a los participantes en el estudio en función de su lugar de residencia.
El estudio subraya la importancia de abordar los efectos sobre la salud del ruido del transporte, la contaminación atmosférica y la ecología en la planificación urbana y las políticas de salud pública.
"Nuestro estudio se suma al creciente número de pruebas de que la exposición crónica al ruido del transporte repercute en nuestro bienestar físico y mental", ha afirmado el Jefe de la Unidad de Exposiciones Ambientales y Salud de Swiss TPH, Martin Rsli. Además, ha asegurado que esta invetsigación demuestra que "las medidas de reducción del ruido, como los límites de velocidad, los vehículos más ligeros y el pavimento y los neumáticos poco ruidosos, merecen la pena".
