MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
Jugar a videojuegos violentos no está relacionado con comportamientos agresivos o antisociales, sino que se asocian con un aumento de actitudes cívicas y con la liberación del estrés, según un estudio realizado por investigadores del Reino Unido y publicado en la revista 'inPsychology of Popular Media Culture'.
La encuesta, realizada a 304 niños por Christopher J. Ferguson y John Colwell, ha analizado la relación que tienen los jóvenes con estos tipos de videojuegos y la participación de sus padres en esa relación.
Así, los datos han revelado que el uso de videojuegos no tiene vínculo con los problemas de comportamiento agresivos que tienen los jóvenes, sino que estos los utilizan para liberar tensión, mejorar el estado de ánimo y como forma de diversión.
Además, los padres no prohíben que sus hijos jueguen a estos videojuegos, ya que, según los resultados, no los interpretan como una amenaza para los pequeños. Asimismo, el estudio ha revelado que los niños juegan más a videojuegos violentos que las niñas y que estos juegos no suponen ya un objeto de preocupación como lo eran tiempo atrás.