MADRID 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La venta de medicamentos sin receta disminuyó un cinco por ciento en comparación con los datos obtenidos en 2008, especialmente en análgésicos, según anunció hoy la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), con motivo del XXX aniversario de la entidad.
En concreto, representantes de la asociación señalaron que durante el periodo de septiembre de 2008 a septiembre de 2009 se vendieron un total de 129.405.579 unidades, una cifra menor a las 136.320.594 unidades comercializadas en el mismo periodo de 2007 a 2008.
Además, según indicó el presidente de Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), Jaume Pey, las cifras en unidades acumuladas hasta septiembre, comparando con el mismo periodo del año pasado, muestran que el mercado en unidades ha caído en torno al cuatro por ciento.
En este sentido, señaló que se trata de un "dato negativo", porque significa que hay menos personas que consumen unidades de medicamentos para el autocuidado de la salud. "Estamos en una situación de mercado decreciente", apuntó, aunque matizó que es una situación "fácil de entender", porque el paro provoca que la población esté "más predispuesta" a ir a buscar una prescripción ante un síntoma menor.
Ante esta situación, Pey afirmó que "es inevitable" que parte de la sostenibilidad de la sanidad española pase porque el mercado de autocuidado mejore. "Si no recupera una posición positiva el sistema sanitario español se va a resentir", señaló, añadiendo que desde la asociación se han propuesto algunas medidas, como usar la receta electrónica para más productos que no estén sujetos a receta médica, al igual que ocurre en países como Portugal.
Asimismo, insistió en la importancia de tener campañas de educación sanitaria suficientemente sólidas. "Hay que dar a entender al ciudadano que el medicamento podría ser gratuito o de bajo coste, pero en el caso del autocuidado de la salud no es una solución, porque con los recursos que consume este medicamento que está destinado a síntomas leves o moderados son recursos que consumimos del SNS que podrían destinarse a enfermedades más graves", dijo.
Según aseguró, las autoridades sanitarias, los médicos, los farmacéuticos y las asociaciones de consumidores han abogado de forma positiva a favor del desarrollo del autocuidado de la salud, ya que estos fármacos suponen una forma de evitar la saturación en la consulta de los centros de salud. En concreto, indicó que esto supondría un ahorro de casi 22 horas al año al médico.
Por otro lado, Pey se refirió a las "marcas de gama", y señaló que es importante que las compañías puedan aprovechar marcas que el usuario ha conocido y que ha utilizado con unos índices razonables de seguridad, para aprovechar el ciclo de vida de estos productos, y pidió que se tenga en cuenta para dar un "camino más de desarrollo a ciertos productos".
MIEDO A LA PÉRDIDA DE "SOBERANÍA" DEL MÉDICO
El director general de ANEFP, Rafael García Gutiérrez, hizo referencia a los frenos de esta industria, e indicó que los médicos han interpretado esto no como una ayuda, sino como una manera de quitarles pacientes con problemas leves y de "pérdida de soberanía". "No es de recibo que se estén pagando problemas leves y que la atención psiquiátrica, la bucodental o la atención a las familias y personas con Alzheimer estén totalmente mal cubiertas", lamentó.
Asimismo, señaló que la administración sanitaria siempre ha tenido miedo, "gobernase quien gobernase, a que fuesen acusados por parte de la oposición de turno por estar restando prestaciones sanitarias". Respecto a los consumidores, indicó que donde más se ha notado la búsqueda de prescripción es en los analgésicos.
Hemos conseguido que la ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, que se encuentra en proceso de aprobación, incluya que todo medicamento que no esté financiado y no esté sujeto a prescripción médica a partir de ahora puede hacer publicidad directamente.
De esta forma se evita, por un lado, la consulta a las autonomías y, por otro, la demora de la salida de los medicamentos al mercado. "La agencia podía tardar un año en realizar una verificación, y retrasar dos meses el lanzamiento de un antigripal para la compañia supone un año", señaló.