BARCELONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona es el primer centro español en realizar una cirugía de osteointegración en un solo tiempo --el resto de hospitales la ejecuta en dos-- para "mejorar la calidad de vida" a pacientes amputados de la extremidad inferior.
Los doctores Pablo Corona y Almudena Crespo han presentado este miércoles en rueda de prensa el nuevo proyecto para pacientes con amputaciones transfemorales que "mejora de forma substancial su capacidad para andar, el rango de movimiento de la cadera, su recuperación funcional y disminuye las complicaciones".
La osteointegración se basa en la capacidad de las células óseas para adherirse a una superficie metálica, en este caso un implante en el hueso del muñón con un conector universal en el que se fija la extremidad artificial, en vez del encaje protésico tradicional que genera problemas a un 30% de los amputados femorales.
De hecho, Corona ha apuntado que este programa está orientado a pacientes que tienen molestias con el encaje protésico tradicional y su amputación es traumática, es decir, que se ha producido fruto de un accidente o lesión a diferencia de el amputado de origen vascular que, según el doctor, "tiene riesgos mucho mayores" con una intervención de este tipo.
Además, desde el centro se hace un cribaje de los pacientes, que tienen que ser no fumadores --o estar al menos tres meses sin fumar-- , entender los riesgos de la intervención y colaborar con el protocolo, porque, como ha apuntado Corona, "hay que tener en cuenta que, aunque no haya habido ninguna complicación con la intervención, es una operación quirúrgica compleja y todavía no es su primera opción".
MEJOR CALIDAD DE VIDA
Según Crespo, los pacientes que han recibido la cirugía --el hospital ya ha tratado tres casos y hay una cuarta paciente a la espera de la intervención-- presentan "una mejor tolerancia a la prótesis, mejor habilidad y capacidad de desplazarse y, en definitiva, mejor calidad de vida".
Entre las mejoras que favorecen un nivel de vida más alto están "la no restricción rígida del muslo, a diferencia de con el encaje tradicional; la desaparición de los puntos de intolerancia de la presión, el peso menor de la prótesis y la facilidad de colocación y retirada de la prótesis, cinco segundos en vez de cinco minutos", según ha ampliado la doctora.
De hecho, "en una única cirugía se coloca el implante y se saca al exterior, la recuperación se acelera y en menos de seis meses el paciente camina sin ayuda, además de un riesgo menor de infección y una mejoría muy notable a nivel funcional", ha añadido.
Con la prótesis osteointegrada, el paciente amputado vuelve a sentir la carga del cuerpo a través del hueso del muñón, en vez de la pelvis como sucede con un encaje tradicional, no hay tiempo de demora para empezar el proceso de rehabilitación y el paciente consigue adquirir un nuevo patrón de marcha para reeducar su equilibrio y percepción corporal, ha sentenciado la doctora.
VOLVER AL GIMNASIO
El paciente Josep Bellart, de 73 años, tuvo un accidente de moto hace 12 años que le supuso una amputación traumática transfemoral que, según ha explicado, le ha generado "una serie de problemas que prácticamente lo han traumatizado porque siempre ha tenido molestias con el encaje tradicional".
Bellart ha asegurado que, tras la intervención, puede andar mucho más y estar de pie más tiempo, además de que los dolores de espalda han desaparecido y se ha mostrado agradecido al hospital por la acogida y por la segunda oportunidad: "Siempre he hecho deporte y después de la osteointegración he decidido que volveré al gimnasio".