NUEVA YORK, 22 Feb. (Reuters/EP) -
Un estudio de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades en Estados Unidos (CDC, en sus siglas en inglés) ha confirmado que vacunar a las mujeres embarazadas de gripe o tosferina resulta seguro para sus bebés e incluso les confiere una protección adicional para sus primeros meses de vida.
Así se desprende de los resultados de una investigación publicada en la revista 'Pediatrics', en la que analizaron datos de 413.034 recién nacidos entre 2004 y 2014. En los primeros 6 meses de vida un total de 25.222 tuvieron que ser hospitalizados y 157 acabaron falleciendo.
"Realizamos este estudio porque las mujeres embarazadas están especialmente preocupadas por el impacto negativo que pueda tener en sus hijos cualquier actuación durante este periodo, y queríamos asegurarles que estas vacunas no conllevan ningún riesgo", ha explicado Lakshmi Sukumaran, uno de los autores del estudio.
Ambas enfermedades, tanto la gripe como la tosferina, son especialmente peligrosas en los recién nacidos porque son demasiado pequeños para vacunarse. De hecho, en muchos países entre ellos España se ha decidido vacunar a las embarazadas de tosferina para proteger a sus bebés hasta que reciben la primera dosis, a los 2 meses de vida.
Entre los bebés hospitalizados en el estudio, el 18 por ciento (4.644) tenían problemas respiratorios, un 2 por ciento desarrolló gripe y el 3 por ciento tos ferina.
Y, según observaron, estos bebés tenían un 21 por ciento menos de probabilidades de tener madres que recibieron la vacuna contra la tosferina durante el embarazo, en comparación con los que no fueron hospitalizados.
En lo que respecta a las muertes, el 9 por ciento tuvieron una causa respiratoria pero ninguna estuvo causada por gripe o tosferina.
Los motivos más habituales fueron de tipo desconocido, muerte súbita del lactante o problemas médicos desarrollados durante el embarazo o justo al poco de nacer.
ESTUDIO CON ALGUNAS LIMITACIONES
Los autores admiten que una de las limitaciones del estudio es que solo incluyó datos de personas con seguro de salud, o que la información sobre la vacunación se extrajo de registros médicos que podían no estar suficientemente actualizados.
Aun así, los resultados deberían ser tranquilizadores para las mujeres embarazadas preocupadas por la seguridad de las vacunas, ha añadido Annette Regan, investigadora de la Universidad de Curtin en Bentley, Australia, que no participó en el estudio.
"El hecho de que los autores no encontraran ninguna razón para creer que la exposición a las vacunas durante el embarazo causa daños graves a los bebés en los primeros seis meses de vida es tranquilizador", ha admitido esta experta.