MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Mount Sinai de Nueva York y la Universidad Rutgers, en Estados Unidos, aseguran que el seguimiento de los cambios estructurales de la retina que sufren los pacientes con esquizofrenia puede servir para analizar la progresión de este trastorno y ajustar su tratamiento.
Según recuerdan los autores de este trabajo que recoge la revista 'Schizophrenia Research: Cognition', las personas con esquizofrenia tienen problemas para discernir lo real de lo imaginario y numerosos estudios previos han apuntado que esto puede deberse a alteraciones en la forma en que el cerebro procesa la información visual.
De hecho, este vínculo entre problemas de visión y esquizofrenia está bien establecido, ya que hasta el 62 por ciento de los pacientes adultos con este trastorno experimentan una distorsión que afectan a la forma, el movimiento o el color de lo que ven.
Los autores hicieron una revisión de casi 170 estudios al respecto y agruparon las conclusiones en múltiples categorías, incluyendo cambios en la retina u otras partes del ojo y si estos estaban relacionados con la dopamina u otros neurotransmisores claves en el desarrollo de la enfermedad.
De este modo, identificaron diferentes anomalías oculares asociadas con la esquizofrenia, como el ensanchamiento de pequeños vasos sanguíneos en los ojos de estos pacientes o en aquellos que tienen un elevado riesgo de padecerla, tal vez causada por un deficiente suministro de oxígeno al cerebro, lo que podría servir como un marcador del riesgo de sufrir la enfermedad y de su empeoramiento.
También observaron el papel que puede jugar el estrechamiento de una capa de fibras nerviosas de la retina que se ha asociado a la aparición de alucinaciones y problemas de agudeza visual en pacientes con Parkinson.
Además, la detección de anomalías en las respuestas eléctricas de las células de la retina con la exposición a la luz muestra que hay diferencias a nivel celular en los ojos de estos pacientes que también puede resultar útil para conocer la progresión de la enfermedad.
EFECTOS PERJUDICIALES DE ALGUNOS FÁRMACOS
En cuanto a los efectos de los tratamientos actuales, en el trabajo han detectado los efectos perjudiciales que algunos inhibidores del receptor de la dopamina pueden jugar en la función visual de estos pacientes y la necesidad de estudiar más los efectos del exceso de glutamato en la retina.
Del mismo modo, la revisión de estudios ha permitido comprobar que no hay datos de personas con esquizofrenia que nacieran ciegas, lo que sugiere que la ceguera congénita puede proteger total o parcialmente contra el desarrollo de este trastorno. Y en parte, podría deberse a que algunas de sus habilidades cognitivas, como la atención, pueden ser superiores a las de individuos sanos, lo que podría ayudar a desarrollar estrategias de rehabilitación cognitiva.
"La retina se desarrolla a partir del mismo tejido que el cerebro", ha destacado Richard Rosen, autor de esta revisión de estudios, por lo que "los cambios en la retina pueden afectar paralelamente a la estructura o la función cerebral y, si se detectan, permitirían predecir un mayor riesgo de esquizofrenia".
Por ello, insiste en la necesidad de impulsar nuevas investigaciones que aclaren esta relación de cara a mejorar el seguimiento de estos pacientes "de una forma más rápida y barata" que como hasta ahora.
Precisamente un reciente artículo de investigadores de los hospitales Lozano Blesa de Zaragoza y Doce de Octubre de Madrid, publicado en 'Psychiatry Research', revelaba que el análisis del fondo del ojo a través de la tomografía de coherencia óptica (OCT, por sus siglas en inglés) podía ayudar a diagnosticar rápidamente el estado y evolución de la esquizofrenia.