Más de 10.000 médicos y 15.000 farmacias los prescriben y dispensan, respectivamente
MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
La utilización de los tratamientos homeopáticos cada vez genera menos reticencias entre los profesionales sanitarios, según ha asegurado el director de la Cátedra Boiron de Investigación, Docencia y Divulgación de la Homeopatía de la Universidad de Zaragoza, el profesor Javier Lanuza.
Así lo ha indicado el experto con motivo de la presentación del 'Primer Libro Blanco de la Homeopatía', obra que pretende ser "una fotografía fija" de la situación de este tipo de tratamientos en España. Así, y al hilo de ello, explica que "es normal que haya reticencias", pero que éstas han descendido, "sobre todo, entre los profesionales sanitarios".
A su juicio, el hecho de que cada vez existan más evidencias científicas hace que "cada vez se usen más". Por ello, sostiene que las personas en contra son más "los profesionales no clínicos", ya que el 'Informe de Terapias Naturales' del Ministerio de Sanidad no los rechazaba, sino "que decía que hacía falta más investigación".
Precisamente, en este sentido trabaja la Cátedra, que está colaborando con los Centros Hospitalarios de Toledo para la realización de un ensayo clínico con niños con otitis secretora. Además, esta institución pretende integrar la homeopatía en la farmacología con estudios de postgrado, ya que "no se explican los medicamentos de esta rama en las facultades", señala.
Pese a ello, Lanuza manifiesta que los médicos los prescriben y las farmacias los dispensan, y es que, según una encuesta realizada en 2011 sobre más de 3.000 personas, el 60 por ciento de las personas sabe lo que es la homeopatía. Además, el 33 por ciento ya los ha usado, al menos, una vez y, de ellos, el 20 por ciento lo ha hecho por recomendación de un profesional, y un 53 por ciento por consejo de un conocido.
Insistiendo en la mejor aceptación actual por parte de los médicos, los datos arrojados por el estudio evidencian también que 15.000 de las 22.000 farmacias españolas disponen de ellos, algo a lo que se une el hecho de que "más de 10.000 médicos los estén prescribiendo actualmente". Precisamente, de estos últimos, 2.500 están especializados en homeopatía.
Por todo ello, el experto considera que la homeopatía es "una realidad médica", por lo cual necesita, como cualquier otro fármaco, de "revisiones de las evidencias científicas". A tenor de esto, también se ha realizado un documento de consenso junto a vocales de diferentes colegios de farmacéuticos, así como un proyecto de gestión de historias clínicas.
LA TERAPIA ES COMPLEMENTARIA A LOS FÁRMACOS CONVENCIONALES
Ahondando en el tratamiento, Lanuza subraya que éste "no es exclusivo", por lo que se utiliza conjuntamente con fármacos convencionales, algo que ocurre "en el 90 por ciento de los casos". Para él, es "una herramienta más", por lo que "ni los fármacos tradicionales son malos, malísimos; ni los homeopáticos son buenos, buenísimos".
No obstante, sí confirma que existen patologías en las que la homeopatía funciona especialmente bien, como son "la diarrea del lactante, la radiodermitis, las enfermedades de las vías respiratorias, la otitis, la ansiedad leve o la alergia". Respecto a esta última, señala que con esta terapia "se disminuye el uso de antihistamínicos y corticoides".
En cualquier caso, el director de Relaciones Institucionales y Profesionales de Boiron y miembro de la Comisión Mixta de esta cátedra, Miguel Barelli, expone que existen centenares de medicamentos homeopáticos, pero que no surgen nuevos porque, en España, "el tema legal es complicado".
Concretamente, afirma que la lista "se cerró en 1995", pero que la Ley de Garantías "puede desbloquear esta situación". En su opinión, las terapias son "naturales, seguras, sin efectos secundarios y sin contraindicaciones", por lo que el problema no es de financiación, ya que se sabe que ésta "no es posible".
Para Barelli, lo necesario es la realización de estudios en España, ya que a las comunidades autónomas "les interesa la homeopatía". No obstante, concluye destacando que en Francia éstos están subvencionados estatalmente, lo que se traduce en que "un 50 por ciento de los ciudadanos los usen habitualmente".