MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La utilización de bastoncillos de algodón es perjudicial para la salud auditiva, según el responsable de Audiología en Óptica & Audiología Universitaria, Joan Francesc Horvath, que aclara que la cera es una sustancia generada de manera natural por el oído y que funciona como un agente autolimpiante con propiedades protectoras, lubricantes y antibacterianas.
"Lo que ocurre cuando limpiamos el conducto auditivo con un bastoncillo es que dañamos todas estas barreras protectoras", explica. También insiste en que el cerumen no se forma en la parte profunda del canal auditivo cerca del tímpano, sino solo en el tercio externo del canal auditivo. Por ello, el uso de bastoncillos tan solo provoca que empujemos este cerumen hacia el interior, lo que puede producir tapones de cera. "Además, hay que extremar la precaución con los bebés, puesto que su tímpano es más frágil y se podría perforar", añade Horvath.
Lo que sí se puede lavar es el pabellón externo auditivo. "Para hacerlo puede hacerse uso del bastoncillo, aunque se recomienda usar un paño pequeño o toalla, teniendo siempre en cuenta que nunca se debe introducir nada en el canal auditivo", explica Horvath.
Además, los expertos insisten en evitar el consumo de cualquier producto no recetado por un profesional para retirar la cera, pues el oído tiene la capacidad de autolimpieza, vinculada al movimiento de masticar o mover la mandíbula, que permite eliminarla de forma natural.
En el caso de que se acumule la suficiente cera para producir síntomas tales como dolor de oído, sensación de que el oído está tapado, pérdida parcial de la audición, tinnitus y olor o secreción entre otros, se recomienda que la limpieza sea siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario. Además, para las personas que usan audífonos o son propensas a crear asiduamente tapones de cera, Óptica & Audiología Universitaria recomienda realizar una revisión de la mano de un profesional en intervalos de 6 a 12 meses.