MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que la administración de antibióticos a la madre durante el parto puede alterar el proceso de establecimiento de la flora o microbiota intestinal en el recién nacido, en especial en el caso de niños prematuros.
La colonización inicial del intestino supone una primera fuente de estímulos antigénicos que resulta clave para la maduración del sistema inmune. Y según los investigadores de este trabajo, publicado en la revista 'Journal of Pediatrics', cualquier alteración que se produzca durante el establecimiento de la flora intestinal incrementa el riesgo de sufrir varias patologías.
Pese a ser una práctica común presente en aproximadamente el 30 por ciento de los partos, prescritos por distintas razones, todavía no se había evaluado el efecto de la administración de antibióticos a la madre sobre el desarrollo de la microbiota en el recién nacido.
Sin embargo, ahora han visto el "tremendo impacto" que tiene en el neonato, según ha explicado Miguel Gueimonde, uno de los autores del trabajo, que trabaja en el Instituto de Productos Lácteos de Asturias.
"El uso perinatal de antibióticos, incluyendo la profilaxis intraparto, contribuye a incrementar los niveles de enterobacterias, microorganismos potencialmente patógenos, en la microbiota del recién nacido durante, al menos, el primer mes de vida", ha destacado.
Para corroborarlo este experto y el resto de investigadores, pertenecientes al Servicio de Salud Pública del Principado de Asturias y la Universidad de Parma (Italia), estudiaron las heces de 40 recién nacidos, 27 prematuros y 13 a término, durante los tres primeros meses de vida.
GRACIAS A TÉCNICAS DE SECUENCIACIÓN MASIVA
Sirviéndose de tecnología de secuenciación masiva de ADN, analizaron la flora intestinal empleando las secuencias del gen de ARN ribosomal 16S, y llevaron a cabo una cuantificación específica de distintos grupos microbianos.
Ya de por sí, los niños prematuros tienen cantidades menores de microorganismos comensales, como las bifidobacterias y los bacteroides, que forman parte de la microbiota normal, en comparación con los de niños sanos a término.
"Pero estas alteraciones características de la prematuridad se ven, además, incrementadas por la exposición perinatal a antibióticos", ha indicado Gueimonde.
Con este trabajo, los investigadores sientan las bases para el desarrollo de estrategias de intervención dirigidas a corregir estas alteraciones y a favorecer el establecimiento de la microbiota intestinal en el niño prematuro, así como limitar el impacto sobre la microbiana del uso perinatal de antibióticos.