MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los científicos han ideado un sistema para reducir la transmisión del dengue a los humanos, consistente en introducir la bacteria Wolbachia en los mosquitos 'A. aegypti', vectores de la enfermedad. Ahora, un equipo internacional ha descubierto que la capacidad de Wolbachia para bloquear la transmisión del virus puede mantenerse mediante la selección natural, aliviando así la preocupación de que este beneficio podría disminuir con el tiempo, según publican en 'Nature Microbiology'.
"Los resultados de nuestro estudio tienen implicaciones significativas para el uso continuo de la Wolbachia como agente de biocontrol para esta enfermedad", resalta Elizabeth McGraw, profesora de Entomología en la Universidad de Pensilvania (Penn State).
El equipo también descubrió un gen dentro de 'A. aegypti' que probablemente esté involucrado en la capacidad de Wolbachia de interferir con la replicación viral, arrojando luz sobre un posible mecanismo para el rasgo de bloqueo.
Según McGraw, la bacteria Wolbachia está presente en muchos insectos, incluidos algunos mosquitos, pero no en el 'A. aegypti', la especie de mosquito que transmite el virus del dengue. La bacteria se introdujo en 'A. aegypti' en 2011 y desde entonces se ha lanzado en ensayos en varios países, entre ellos Australia, Brasil, Colombia, Vietnam e Indonesia, para evaluar la capacidad de la bacteria para controlar la propagación de la enfermedad.
Para investigar la estabilidad de la Wolbachia como un bloqueador de virus en A. aegypti', McGraw y sus colegas utilizaron la selección artificial en el laboratorio para seleccionar las capacidades de bloqueo de dengue altas y bajas en el mosquito.
A continuación, secuenciaron los genomas de estos dos grupos, identificaron áreas que diferían y midieron la aptitud de los insectos, o su capacidad para sobrevivir y reproducirse.
"Ha habido preocupación de que el virus del dengue pueda desarrollar una capacidad de pasar a escondidas la Wolbachia o que los insectos mismos puedan desarrollar resistencia a esta bacteria --apunta McGraw--. Descubrimos que los mosquitos que presentan un mejor bloqueo habían aumentado la aptitud física, al menos en condiciones ideales en el laboratorio, lo que sugiere el potencial de la selección natural para mantener el bloqueo".
Al comparar los genomas de los bloqueadores de dengue alto y bajo, el equipo identificó un gen específico, AAEL023845, una proteína cadherina, que probablemente esté involucrado en el bloqueo del virus.
"Descubrimos que gran parte de la variación genética que determina el efecto antiviral de Wolbachia estaba dentro de un gen mosquito que controlaba la adhesión de célula a célula --continúa Suzanne Ford, investigadora postdoctoral en la Universidad de Oxford y ex académica postdoctoral en entomología en Penn State--. La mayor expresión de este gen se asoció con una mayor protección mediada por la Wolbachia contra los virus".
Según McGraw, una teoría previa sugirió que la Wolbachia, como sustancia extraña dentro de los mosquitos, podría estar activando el sistema inmunológico de los insectos, lo que a su vez podría suprimir la actividad del virus. Otra teoría sugirió que la Wolbachia podría estar compitiendo con los virus por nutrientes o espacio físico dentro de los mosquitos.
"Nuestros datos no respaldan ninguna de estas teorías --explica McGraw--. En cambio, nuestros resultados sugieren que el gen de la cadherina puede afectar la señalización de célula a célula o el movimiento de los virus dentro de las células, alterando la capacidad del virus para ingresar a las células, replicarse dentro de ellas y luego salir".
McGraw señala que los investigadores en este campo han luchado durante mucho tiempo con el concepto de bloqueo mediado por Wolbachia: qué es y cómo funciona."Nuestros hallazgos nos dan una nueva dirección para estudiar con respecto a la base del bloqueo del virus del dengue de Wolbachia", destaca.
Ford agrega que la investigación es importante para comprender la estabilidad a largo plazo de Wolbachia como agente de biocontrol contra los virus transmitidos por mosquitos. "Al definir este mecanismo y comprender cómo la selección podría actuar sobre él --precisa Ford-- podremos predecir mejor cuán efectivo será la Wolbachia como agente de biocontrol".