García lamenta las críticas del Consell y defiende el trabajo "honesto y colectivo" realizado: "Nosotros venimos a complementar"
VALÈNCIA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las Unidades de Salud Mental en Emergencias (USME) han realizado más de 500 intervenciones comunitarias en las zonas afectadas por la dana desde que los equipos de respuesta se desplegaron en la zona hace algo más de dos meses.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha visitado este lunes, en la localidad de Catarroja, a los miembros de la USME que trabajan sobre el terreno y ha participado en una de sus actividades comunitarias con afectados por la dana y Asociaciones de Víctimas.
Al respecto, ha puesto en valor estas Unidades de Salud Mental de Emergencias que "desde el Gobierno de España pusimos en marcha en colaboración con la Generalitat, en colaboración con todo ese tejido social que se quedó roto tras la dana".
En ese sentido, ante la queja formal de la Conselleria de Sanidad al Ministerio por "la escasa actividad" desarrollada por estas unidades, ha defendido que el trabajo con la Generalitat ha sido "honesto". "No entiendo tampoco esa crítica cuando el trabajo ha sido colectivo y cuando cada uno de nosotros hacemos una intervención diferente", ha recalcado García, que ha enmarcado esta queja al "ruido político".
Al respecto, ha recalcado que "cada uno trabaja con los recursos que tiene y nosotros venimos a complementar con una labor de prevención el trabajo asistencial que realiza la Generalitat": "Estas unidades no son un recurso el que la gente vaya activamente a un centro de salud mental, sino es un recurso previo para que no se patologicen los duelos y para que no haya agudizaciones".
Así, ha insistido en que se trata de "intervenciones que tienen que ver los trastornos emocionales derivados de una tragedia de estas características". "El Ministerio de Sanidad tratar de poner nuestro granito de arena, apoyados en todas las asociaciones de víctimas, asociaciones de vecinos, la sociedad civil en todo su conjunto, que lo que quiere es reconstruir ese duelo colectivo", ha recalcado.
En esta línea, ha comentado que los afectados le han traslado que se trata de "una herida colectiva que va mas allá de la pérdida material, sino una pérdida emocional por la pérdida de los lugares de anclaje, de la confianza, de la vulnerabilidad".
García ha resaltado el trabajo de coordinación que han realizado con la reunión de más de 30 entidades que ya estaban trabajando en el territorio y que "nos pueden poner en alerta de posibles trastornos de salud mental que salen a partir de los 4 o 6 meses para prevenir". "Es una herramienta más para poder hacer esa prevención y ese radar de localizar a las personas que sufren un duelo emocional aunque no soliciten un recurso", ha señalado.
Así, ha recordado que el Día de la Salud Mental una de las entidades que estaba aquí en el terreno recalcó lo importante que era para los afectados la recuperación de las fotos para recuperar "la memoria, sus vivencias y recuerdos de la familia". "Si no escuchamos a las víctimas no somos capaces de empatizar y dar respuesta a esos pequeños detalles de la vida cotidiana que se han perdido", ha apuntado.
García ha recalcado que se trata de una iniciativa "pionera" en la que "hay muchos países de nuestro entorno que están interesados en cuáles van a ser los resultados". Previo a la puesta en marcha de los equipos USME, se realizaron dos estudios de campo para comprender la situación emocional y social de las comunidades afectadas. El primero, elaborado por Médicos del Mundo, analizó el impacto emocional de la catástrofe; el segundo, desarrollado por APLICA, consistió en un mapeo exhaustivo de los recursos comunitarios en el territorio para poder priorizar intervenciones e integrar a las USME en el tejido local y maximizar su impacto.
OPERATIVO
El operativo está conformado por 13 equipos USME: 12 en municipios valencianos y uno en Letur (Albacete). Según el convenio firmado entre el Ministerio de Sanidad y la Generalitat Valenciana, los equipos USME no realizan atención asistencial individualizada. Su labor se concentra en la intervención comunitaria, con el objetivo de fortalecer vínculos sociales, proporcionar apoyo emocional colectivo y facilitar el acceso a recursos locales, recuerdan desde el Ministerio.
Cada equipo está integrado por profesionales de psicología, enfermería, trabajo social, terapia ocupacional y educación social, con experiencia en intervenciones post-catástrofe. Los casos que requieren atención especializada son derivados a los servicios autonómicos de salud.
Las acciones realizadas abarcan talleres de primeros auxilios psicológicos, actividades de expresión emocional, acompañamiento a personas mayores, apoyo a profesionales y grupos de ayuda mutua para personas cuidadoras, voluntariado y colectivos con discapacidad. Estas intervenciones se desarrollan en centros de salud, asociaciones locales, residencias, domicilios y otros espacios comunitarios.
En varios municipios, las USME han sido integradas en los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción (CLER), consolidando su papel estratégico dentro de los planes de recuperación post-catástrofe. Además, se ha creado un grupo de trabajo intermunicipal para incorporar el enfoque psicosocial en los planes locales de emergencia.
La colaboración con organizaciones como Cruz Roja, Cáritas, Psicólogas Sin Fronteras, Mensajeros de la Paz, CEPAIM y otras entidades locales ha permitido generar una red de apoyo "sólida, adaptable y continua". Destaca también la puesta en marcha de iniciativas innovadoras como espacios de escucha para hombres en Algemesí, grupos de ventilación emocional para profesionales en Sedaví, y talleres intergeneracionales en Aldaia y Utiel. En Catarroja, se ha creado una unidad específica de acompañamiento emocional para los miembros de las asociaciones de víctimas.