MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El complejo hospitalario Ruber Juan Bravo ha puesto en marcha una nueva unidad de prevención de fracturas osteoporóticas basado en un modelo asistencial multidisciplinar protocolizado, con el objetivo de eliminar el vacío asistencial existente en el tratamiento de pacientes con fracturas por fragilidad y proporcionar una ruta para su atención y tratamiento.
La unidad está coordinada en Endocrinología por Esteban Jódar, con el apoyo de María Cortés y en Reumatología, con el equipo de Susana Gerechter. Además cuenta con el apoyo de otras especialidades tales como traumatología, neurocirugía, diagnóstico por la imagen o nefrología, entre otros, fundamentales a la hora de detectar pacientes de riesgo y derivarlos para su diagnóstico y tratamiento a esta unidad.
Diversos estudios internacionales han demostrado que este tipo de unidades consiguen una disminución en la incidencia de nuevas fracturas, con la disminución de los costes asociados; una mejora de la calidad de vida relacionada con la salud; La normalización y mantenimiento de los valores de vitamina D; un coste-efectividad adecuados; y la reducción de la morbi-mortalidad asociada a la fractura.
Un estudio australiano ha demostrado que los pacientes con fracturas no vertebrales por bajo impacto incluidos en estos programas presentan un menor riesgo de sufrir una refractura (4,1 por ciento) que los que no se someten a dicho programa (19 por ciento).
Por su parte, otro estudio realizado en Canadá ha concluido que el programa de cribado clínico de fracturas consiguió una disminución del gasto del 5 por ciento al año, con una ganancia de 4,3 años AVAC (años de vida ajustados por calidad).
Finalmente, un estudio francés ha afirmado una reducción significativa de la mortalidad (35 por ciento) y una reducción del 56 por ciento del riesgo de refractura no vertebral a los dos años de seguimiento.
LA OSTEOPOROSIS, UNA ENFERMEDAD EN AUMENTO
La osteoporosis es un trastorno del esqueleto que se caracteriza por una reducción de la resistencia ósea, lo que predispone a un mayor riesgo de fracturas, siendo una enfermedad frecuente y en aumento. El número estimado de nuevas fracturas por fragilidad en España se situó en 2010 en más de 204.0000, con un coste de 2.842 millones de euros.
Las fracturas osteoporóticas aumenta con la edad y según las proyecciones demográficas, en los próximos diez años la población mayor de cincuenta años crecerá en España un 35 por ciento, estimándose un aumento del 40 por ciento en el número de fracturas.
Tras una fractura previa por fragilidad, el riesgo de otras posteriores aumenta exponencialmente. Si no se trata adecuadamente la primera fractura, la prevención de la segunda y de las siguientes falla, con los costes asociados que este problema genera.