MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Salk de Estudios Biológicos (Estados Unidos) han demostrado en ratones que la hemofilia B se puede tratar de por vida con una sola inyección, que contiene células hepáticas libres de enfermedad que pueden producir el factor de coagulación que falta.
El hallazgo, publicado en la revista Cell Reports, podría cambiar drásticamente lo que significa ser diagnosticado con hemofilia B (los pacientes con esta enfermedad se someten a inyecciones constantes para reponer sus factores de coagulación), y podría allanar el camino hacia tratamientos similares para otros trastornos genéticos relacionados.
Los científicos del Instituto Salk de Estudios Biológicos han desarrollado un nuevo enfoque, tratando ratones genéticamente modificados para tener hemofilia B con cadenas de ARN mensajero que codifican el gen FIX. Al igual que el tratamiento estándar, esto requirió repetir las inyecciones cada vez que los niveles del ARN mensajero se agotaban. Por esto, los científicos querían experimentar con más permanente: trasplantar células hepáticas sanas, capaces de producir FIX, en pacientes.
Ya que los donantes de hígado son escasos, los investigadores en su lugar recurrieron a las células madre para reproducir las células sanas del hígado. Recolectaron muestras de sangre de dos pacientes humanos con hemofilia B severa, que no pueden producir FIX. Luego, en el laboratorio, reprogramaron las células en células madre pluripotentes inducidas (iPSCs), que tienen la capacidad de convertirse en muchos otros tipos de células, incluido el hígado.
Usando CRISPR/Cas9, una herramienta que puede alterar genes, luego repararon las mutaciones en el gen FIX de cada paciente. Finalmente, persuadieron a las células reparadas para que se desarrollaran en células precursoras del hígado llamadas células hepatocíticas (HLC) y las trasplantaron en ratones con hemofilia B. En lugar de realizar una cirugía en ratones hemofílicos, el equipo trasplantó los HLC a través del bazo para distribuir las células de manera uniforme en el hígado.
Los nuevos HLC no solo produjeron FIX, sino que produjeron suficiente proteína para permitir que los ratones formen coágulos sanguíneos normales, y las células continuaron sobreviviendo, y produciendo FIX, durante al menos un año después del trasplante.
En las personas con hemofilia, usar sus propias células para generar HLC saludables y luego trasplantarlas nuevamente a sus cuerpos, podría ayudar a evitar las complicaciones inmunes que a menudo acompañan a las terapias celulares. Sin embargo, puntualizan que aún quedan "muchos pasos" antes de poder usar este método en humanos.