MADRID 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La UNESCO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han lanzado Estándares Globales para Escuelas Promotoras de la Salud, un paquete de recursos para que las escuelas mejoren la salud y el bienestar de 1.900 millones de niños y adolescentes en edad escolar.
Y es que, el cierre de muchas escuelas en todo el mundo durante la pandemia de COVID-19 ha provocado graves interrupciones en la educación y, en concreto, se han observado tasas significativamente mayores de estrés, ansiedad y otros problemas de salud mental.
"Las escuelas juegan un papel vital en el bienestar de los estudiantes, las familias y sus comunidades, y el vínculo entre la educación y la salud nunca ha sido más evidente. Estos estándares globales recién lanzados están diseñados para crear escuelas que fomenten la educación y la salud, y que equipen a los estudiantes con el conocimiento y las habilidades para su salud y bienestar futuros, empleabilidad y perspectivas de vida", ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Basado en un conjunto de ocho estándares globales, el paquete de recursos tiene como objetivo garantizar que todas las escuelas promuevan habilidades para la vida, habilidades cognitivas y socioemocionales y estilos de vida saludables para todos los estudiantes. Estos estándares globales se probarán en Botswana, Egipto, Etiopía, Kenia y Paraguay.
"La educación y la salud son derechos humanos básicos interdependientes para todos, en el centro de cualquier derecho humano y esenciales para el desarrollo social y económico. Una escuela que no promueve la salud ya no es justificable ni aceptable. Les pido a todos que afirmemos nuestro compromiso y nuestro papel, para hacer de cada escuela una escuela promotora de la salud", ha explicado la directora general de la UNESCO, Audrey Azouley.
Los estándares globales proporcionan un recurso para que los sistemas educativos ayuden a fomentar la salud y el bienestar a través de una gobernanza más sólida. La UNESCO y la OMS trabajarán con los gobiernos para que los países puedan adaptar el paquete a sus contextos específicos, ya que los programas integrales de salud y nutrición escolar en las escuelas tienen un impacto significativo entre los niños en edad escolar.