MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIs) son un entorno "seguro" para los pacientes que las necesitan porque reducen los días de estancia en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs), la mortalidad y, además, suponen un ahorro para los hospitales, cifrado en unos 500.000 euros al año, según un estudio publicado en 'Archivos de Bronconeumología', la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Se trata de un área de monitorización y asistencia a pacientes con insuficiencia respiratoria aguda que requieren ventilación no invasiva (VNI) y/u oxigenoterapia de alto flujo como parte de su tratamiento. En estas unidades se atiende a pacientes que no precisan o no se van a beneficiar del ingreso en una UCI tradicional, pero que por su complejidad tampoco podrían recibir cuidados adecuados en una unidad de hospitalización convencional.
"En general, hasta un 40 por ciento de los pacientes con problemas respiratorios ingresados en una UCI no precisan intubación -si bien en el caso de la epidemia de COVID-19 que ha sobrevenido ahora esta afirmación no sería válida, pues hay más pacientes que la requieren; solo el 40 por ciento de los casos de insuficiencia respiratoria aguda requieren ventilación mecánica invasiva (VMI) y hasta un 60 por ciento del tiempo de esta VMI se emplea en su retirada o destete", ha explicado la primera firmante del nuevo estudio, neumóloga y miembro de SEPAR, Sarah Heili.
Este nuevo estudio ha analizado los costes y seguridad de la UCRI de un hospital general, en particular del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (HUFJD), que dispone de 5 camas y que puede ampliarlas a un total de 8 en los períodos de mayor necesidad asistencial. El número de pacientes ingresados en 2016 fue de 250, con una estancia media de 5,6 días y un total de 1.390 días.
Para llevar a cabo el análisis de costes, los investigadores revisaron las historias clínicas de los pacientes y comprobaron cuáles habían sido los gastos asociados a su estancia en la UCRI, relacionados con los recursos humanos que necesitaron, consumos y gastos en farmacia y radiología, entre otros.
El coste total de la UCRI durante el año 2016 fue de más de 626.000 euros, que son el resultado de la suma de los gastos de las categorías citadas. En cambio, los investigadores señalan en su estudio que desconocen el coste exacto de la UCI en el hospital, por lo que han tomado como referencia el coste de UCI de los hospitales públicos de Madrid, que es de 805,36 euros días.
Así, de haber ingresado los pacientes en la UCI durante 1.390 días, el coste estimado total para el hospital habría sido de entre 969.000 euros al año (697,17 euros al ía) y 1.119.000 al año (805,36 euros al día) en la anualidad de 2016.
Con estas estimaciones los investigadores han calculado el ahorro por "coste evitado" que han supuesto las estancias en las UCRI. "Se puede concluir que la UCIR evitó al hospital un gasto medio de 1.390 días de estancia de UCI, con un valor teórico de 805,36 euros día. Dado el coste propio de la UCRI, el coste final evitado estaría cercano a los 493.417,65 euros al año, es decir, el ahorro para el hospital sería de casi unos 500.000 euros al año", ha dicho Heili.
Respecto a la mortalidad en el estudio, en 2016 fallecieron 16 de los 250 pacientes ingresados, los cuales tenían un índice de gravedad de 3,6 (de una escala de gravedad de 1 a 4) y un índice de probabilidad de muerte por complejidad de 3,8 (escala de mortalidad de 1 a 4).
La tasa de mortalidad de la unidad se ha mantenido estable desde el año 2009, es del 6,4 por ciento, y está en línea con la de otros estudios que han concluido que las UCRI disminuyen la mortalidad hospitalaria. En este caso, la mortalidad asociada a VNI fue de 7,14 por ciento (15 pacientes), cifra "muy por debajo" de la mortalidad asociada a VNI cifrada en un 30 por ciento por un estudio europeo llevado a cabo en 2016.
Asimismo, solo hubo un paciente (3,3%) dentro del grupo de mortalidad asociada a traqueotomías y destete por VMI, cuando esta mortalidad por esta causa se sitúa entre el 30-38 por ciento, según un estudio europeo. A tenor de este análisis de la mortalidad, Heili ha añadido que, adicionalmente, en este estudio se ha demostrado que una UCRI es un entorno "seguro que ofrece cifras de mortalidad bajas, a pesar de la complejidad de los pacientes admitidos en ella".
LAS UCRI EN EUROPA Y EN ESPAÑA
En Europa, solo el 9 por ciento de las UCRI están ubicadas físicamente dentro de las UCI generales, aunque esta tasa va en aumento a nivel mundial. En la actualidad, la mayoría de estas unidades o bien se integran dentro de la zona de hospitalización de Neumología (el 59%) o bien constituyen una unidad independiente (25%).
En España, el grado de implantación de las UCRI se ha conocido a través de dos encuestas realizadas por SEPAR en los años 2004 y 2008. En ese período de cuatro años, las UCRI han aumentado un 10 por ciento en diferentes comunidades autónomas y la mayoría, un 78 por ciento, son estructuras dependientes de Neumología.
En cuanto a dotación de recursos humanos, el 64 por ciento de las nuevas UCRI no disponen de médicos internos residentes; el 68 por ciento no disponen de fisioterapeuta propia; y hasta un 55 por ciento no disponen de ninguna estructura de guardia. Adicionalmente, en cuanto a equipamiento, el sondeo de 2008 reveló que el 50 por ciento de las UCRI carecían de monitorización específica y que el 87 por ciento no estaban dotadas con el equipamiento específico recomendado.
"De toda esta información se desprende que el incremento en el número de unidades no se acompañó de una mejora en los recursos humanos y materiales. Aun hoy, la implantación de las UCRIS no es universal en nuestro medio y existen que, sin necesitarlo, acaban recibiendo asistencia en las UCI al carecer los hospitales de una UCRI de alta complejidad, con el consiguiente incremento de gasto asistencial que esto supone y la limitación en la utilización de los recursos adecuados en cada caso", ha recalcadp Heili.
LA UCRI Y LA GESTIÓN DEL COVID-19
Por otra parte, la doctora ha comentado que la UCRI ha servido en esta pandemia para contener en seguridad a muchos pacientes cuando disponer de una cama de UCI era complicado. "Para nuestra sorpresa la combinación de fármacos y técnicas no invasivas de oxigenación y soporte permitió que la mayoría de ellos finalmente no precisaran de ese recurso. Otros pudieron acceder en general en una situación respiratoria alejada del concepto de 'retraso de intubación', que en general se asocia a mayor mortalidad y estancia en UCI", ha argumentado.
De entre las técnicas no invasivas más importantes se ha contado con la oxigenoterapia de alto flujo, la ventilación no invasiva buscando la protección pulmonar vía presiones de soporte nulas o bajas y la presión continua en la vía aérea. En este sentido, ha asegurado que se ha evitado la hiperoxia, sugerido prono precoz y articulado en general una estrategia de restricción de volumen.
"Nuestra unidad gracias a una excelente gestión del hospital creció rápidamente de 8 a 26 camas dotadas del personal y equipos necesarios desde el primer momento, adaptándose en tiempo real a los diferentes escenarios. Ha sido tremendamente gratificante para los clínicos ver y palpar la capacidad de transformación, la elasticidad del hospital, la comunicación diaria con nuestros gestores", ha zanjado Heili.