NUEVA YORK, 20 Nov. (Reuters/EP) -
Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos, han observado que diferencias socioeconómicas a la hora de someterse a una cirugía frente al cáncer de páncreas en estadías tempranos que puede condicionar la supervivencia, que es tres veces mayor en quienes pasan por el quirófano.
En concreto, los resultados del trabajo que publica la revista 'JAMA Surgery' muestran como la supervivencia de quienes eran operados estaba en 21 meses de media, frente a los 6 de los pacientes no intervenidos. Además, en Estados Unidos los pacientes de raza blanca o no eran de origen hispano, estaban casados y disponían de un seguro médico tenían más probabilidades de someterse a una intervención quirúrgica.
"Los esfuerzos para mejorar el pronóstico del cáncer de páncreas deben centrarse en acabar con las desigualdades en el acceso y el uso de la cirugía en fases precoces", ha defendido Jason Gold, autor del estudio.
Este tipo de cáncer es uno de los más agresivos ya que sólo el 7 por ciento de los pacientes sigue vivos sigue vivo cinco años después del diagnóstico. La cirugía para extirpar el tumor es clave para la supervivencia, de ahí que los autores quisieran analizar qué factores se relacionaban con esta alternativa terapéutica y ver si condicionaban la supervivencia posterior.
Para ello se utilizaron datos de 17.530 pacientes diagnosticados en Estados Unidos entre 2004 y 2011, de los que un 45 por ciento fueron intervenidos quirúrgicamente, una tasa de resecciones que no varió en todo el periodo del estudio.
Los investigadores encontraron que, aunque muchos factores estaban relacionados las probabilidades de someterse a cirugía, entre los que tenían resecciones, solamente uno de esos factores también estaba relacionado de forma independiente a la supervivencia después: la situación geográfica.
Así, vieron que las personas que se operaron y vivían en las regiones del Noreste, el Pacífico Oeste o el Medioeste tenían más probabilidades de someterse a cirugía y, además, también solían vivir más que los que vivían en el Sureste.
No obstante, los autores reconocen que el estudio no permite determinar por qué la localización está ligada a una mejor supervivencia después de la cirugía, aunque podría deberse a que los hospitales del sureste no podrán realizar tantas operaciones como los de otras partes del país.
El estudio también está limitado por la falta de información sobre los factores que determinaron si el tumor es operable, ha añadido Makenge Malafa, del Lee Moffitt Cancer Center and Research Institute en Tampa (EE.UU), en un comentario que acompaña al estudio.