MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Directores de la Asociación Estadounidense de Cirugía de Trauma (AAST, por sus siglas en inglés) ha pedido al Gobierno de Estados Unidos, así como a los organismo correspondientes, que regule la venta de armas semiautomáticas, junto con sus accesorios y munición.
Así lo han hecho a través de su manifiesto para frenar la lesión con armas de fuego, publicado en línea en la revista 'Trauma Surgery & Acute Care Open', en donde insisten que se deben tomar medidas para proteger a la población de los daños físicos y psicológicos asociados con la violencia con armas de fuego.
Todo ello en marco de que los traumatismos son la principal causa de muerte entre los estadounidenses de hasta 45 años. Las lesiones causadas por armas de fuego representan más de 38,000 muertes y al menos 85,000 lesiones no fatales cada año en los EE. UU, afectando a "innumerables familias y comunidades", según el presidente de AAST.
"La raíz del problema es una interacción compleja de acceso de armas de fuego, salud conductual y una cultura tolerante a la agresión", todo lo cual se suma a "un problema inaceptable de salud pública", han insistido.
14 RECOMENDACIONES
De este modo, han ofrecido un total de 14 recomendaciones para que todas las ramas del gobierno y organizaciones profesionales adopten "en un intento de detener la ola de muertes por la violencia con armas de fuego y apoyar la propiedad segura de armas de fuego".
Entre ellas destaca el hecho de fortalecer el sistema de verificación de antecedentes penales; la aplicación de estos controles a todas las ventas de armas de fuego; estandarizar el período de espera entre la compra de armas y la entrega y promover la propiedad responsable de armas de fuego con capacitación en seguridad.
A estas se les une la regulación estricta de la venta de semiautomáticos, accesorios de refuerzo, como activadores de activación y munición de alto volumen; reportar todas las ventas de armas de fuego a la agencia apropiada; obligar a los propietarios de armas a denunciar armas perdidas o robadas a la policía, y quitar armas de fuego de aquellos acusados de violencia doméstica y aquellos que amenazan con violencia hasta que se hayan escuchado sus casos o se hayan resuelto problemas.