MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los nuevos tratamientos contra la leucemia mieloide crónica (LMC) han conseguido cronificar la enfermedad y alargar la superviviencia a más de 30 años, según ha celebrado la miembro del Servicio de Hematología Clínica del Instituto de Oncología L'Hospitalet (ICO), Concepción Boqué, durante una rueda de prensa con motivo de la celebración del IV Día Mundial de la patología.
Precisamente por ese carácter crónico de la enfermedad es posible que algunos pacientes tengan dificultades a la hora de seguir de forma correcta las indicaciones médicas. "Los afectados deben saber lo importante que es cumplir bien con los tratamientos. Su buen seguimiento va a repercutir en que ellos se encuentren mejor y por lo tanto, que tengan una mejor calidad de vida", ha explicado la presidenta de la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL), Begoña Barragán.
Hoy en día el tratamiento se basa en la administración de un inhibidor de la tirosincinasa(ITK). Aunque el pronóstico de la LMC dependerá de la fase en que se encuentre la enfermedad en el diagnóstico y de la edad del paciente, ha cambiado radicalmente en la última década gracias al descubrimiento y aplicación de estos nuevos fármacos que atacan exclusivamente a las células cancerosas "sin dañar a las normales".
Gracias a ellos, muchos pacientes mantienen la enfermedad en fase crónica durante muchos años. "Estas personas pueden hacer una vida casi normal, solo que tienen que seguir un tratamiento de por vida e intentar llevar una vida saludable. Por lo demás, pueden trabajar, viajar, hacer deporte, etc., ha apuntado Boqué.
LOS PACIENTES NO DEBEN COMPARARSE ENTRE ELLOS
Asimismo, ha recomendado a los pacientes que "escuchen y pregunten a sus médicos, que se informen sobre su enfermedad y que no se comparen entre ellos, porque muchas veces hay pequeños matices q marcan muchas diferencias de pronóstico y de tratamiento".
Para conseguir mejoras en la adherencia al tratamiento, hay que identificar, en primer lugar, los principales motivos que llevan a los pacientes a no seguir las pautas y recomendaciones médicas. Por ello, AEAL ha puesto en marcha un estudio de investigación social para conocer la opinión, dificultades o actitudes de los pacientes en torno a la adherencia al tratamiento, especialmente relacionado con la toma de la medicación oral. Los resultados se ofrecerán próximamente.
Desde la asociación han programado una serie de actividades destinadas a acercar esta enfermedad a la calle: mesas informativas, un seminario 'on-line' que que tratará la 'Calidad de vida del paciente de LMC' y estará dirigido por Boqué, el III Festival en beneficio de AEAL y un programa especial de radio con entrevistas a profesionales médicos y pacientes.
La LMC es una enfermedad de las células madre hematopoyéticas que provoca una producción descontrolada de glóbulos blancos, que no obstante, mantienen el proceso normal de maduración, lo que hace que la patología avance lentamente.
LA LMC NO SUELE APARECER EN NIÑOS
Representa entre un 15 o 20 por ciento del total de leucemias y su incidencia en nuestro país se estima en 15 nuevos casos por millón de habitantes y año en adultos. Aparece de forma muy poco frecuente en niños. En la mayoría de las ocasiones se suele diagnosticar a partir de los 65 años.
En la actualidad, la mayoría de los enfermos de LMC no presenta síntomas anormales en el momento del diagnóstico, ya que la primera manifestación de la enfermedad es el aumento de las cifras de leucocitos en la sangre (leucocitosis). La leucocitosis no produce síntomas relevantes y suele ser detectada en un análisis de sangre rutinario o realizado para estudiar otro problema de salud del paciente. Si la LMC no se detecta al no haber realizado análisis de sangre, se producen síntomas como cansancio, debilidad, pérdida de apetito y de peso, sudores sin explicación o dolor de huesos.