Un tratamiento con oxígeno hiperbárico ha de estar prescrito por un médico

Cámara hiperbárica
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Publicado: miércoles, 12 diciembre 2018 12:25

MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un tratamiento con oxígeno hiperbárico ha de estar prescrito por un médico, según ha advertido el responsable de BioBarica en Madrid, el doctor Elías López.

"La derivación como terapia coadyuvante puede realizarla un neurólogo, un cirujano vascular, un traumatólogo o un especialista en medicina deportiva, pero las pautas de tratamiento sólo las debe prescribir un especialista de una unidad de medicina hiperbárica, ya que cada caso requiere un número, frecuencia y duración distinta de las sesiones", ha agregado López.

La terapia hiberbárica consiste en aumentar los niveles de oxígeno en la sangre con fines médicos, lo que se denomina hiperoxia. Para conseguirlo, a los pacientes se les administra, mediante una mascarilla y en unas cámaras diseñadas para ello, oxígeno en una concentración al 93 por ciento a una presión de, al menos, 1,4 atmósferas.

La hiperoxia tiene, entre otros beneficios, efecto antiinflamatorio, de formación de nuevos vasos sanguíneos y mejora el riego sanguíneo. Además, tiene acción bactericida y actuación sobre el metabolismo celular.

El oxígeno se absorbe a través de los pulmones mientras se respira oxígeno con alta concentración de pureza. Al aumentar la presión, lo que ocurre es que aumenta la difusión del oxígeno más de ocho veces, lo que quiere decir que pasa más oxígeno a la sangre.

Sin embargo, "a pesar de que el tratamiento con oxígeno hiperbárico está cada vez más extendido en España, todavía existen muchos mitos y se desconoce su proceso de actuación e incluso de aplicación", ha afirmado la directora médico de BioBarica España, la doctora Delfina Ferris. Uno de ellos es que es una medicina que cura por sí misma, cuando es un tratmaiento coadyuvante en las distintas patologías en las que está indicada.

En este sentido, el tratamiento con oxígeno hiperbárico encaja con la fisioterapia: da buenos resultados en problemas neurológicos, politraumatismos o lesiones deportivas porque disminuye la inflamación y los fisioterapeutas pueden trabajar la zona de forma efectiva y causar menos dolor.

Este tratamiento también tiene beneficios en mayores. Según avanza la edad, las personas sufren un aumento de los radicales libres, además de una pérdida de capacidad alveolar de difusión del oxígeno. El tratamiento con oxígeno hiperbárico beneficia esta difusión e incrementa la oxigenación en sangre en los tejidos, lo que reduce los radicales libres al aumentar la antioxidación.

Por otra parte, los pacientes con movilidad reducida pueden acceder a las cámaras sin mayor complicación, ya que cuentan con un sistema de camilla extraíble que permite su acceso de forma sencilla.

Otro de los falsos mitos a los que alude la doctora Ferris es que la medicina hiperbárica es una especialidad nueva. En realidad, tiene 356 años de historia. Sus orígenes se remontan a 1662, cuando el fisiólogo británico Henshaw propuso la construcción de una cámara de aire comprimido para tratar enfermedades de su época.

"Desde entonces, la medicina hiperbárica lleva años de investigación, desarrollo y crecimiento y hay innumerables trabajos que versan sobre sus beneficios. Lo que realmente es nuevo son los equipos y la tecnología que usamos hoy en día" ha matizado la doctora Ferris.

CLAUSTROFÓBICOS Y 'SMARTPHONES' TAMBIÉN PUEDEN ENTRAR

La medicina hiperbárica es un tratamiento consolidado y está presente en los principales hospitales privados y públicos de España. Además, está incluido en la Seguridad Social en tratamientos como la radionecrosis, la muerte celular producida por tratamientos de oncología radioterápica, para la cicatrización del pie diabético y úlceras, la esclerosis múltiple, la osteomielitis, la infección ósea producida en la mayoría de los casos por las bacterias piógenas, es decir, que producen pus.

Otras dos creencias falsas que circulan alrededor de la medicina hiperbárica es que las cámaras no son aptas para claustrofóbicos y que no pueden introducirse 'smartphones' o 'tablets'.

Las personas que tienen fobia a los espacios cerrados pueden acceder, puesto que están ventiladas constantemente y hay ventanas por las que el paciente puede ver el exterior en todo momento, medidas que reducen la claustrofobia. Además, las cámaras tienen un sistema de válvulas de apertura y cierre rápido y el paciente puede estar fuera en menos de un minuto.

En referencia a los teléfonos inteligentes, es necesario conocer que las cámaras actuales permiten que el paciente pueda hacer uso de su móvil o su 'tablet' para estar entretenido. No hay contraindicación.